Las islas Tonga viven una grave falta de agua potable a casi una semana desde la erupción del volcán y tsunami en el archipiélago.
En Tongatapu, la isla principal, «sentimos como una bomba atómica». «Toda la isla tembló debido al ruido (causado) por la erupción», dijo a la agencia de noticias AFP por teléfono Sione Taumoefolau, secretario general de la Cruz Roja de Tonga.
Jonathan Veitch, que coordina la operaciones de Naciones Unidas desde las islas Fiyi, consideró que el principal problema es el agua potable, pues las reservas que abastecen a decenas de miles de personas podrían estar contaminadas por las cenizas o el agua salada del tsunami.
Thanks @dfat for the help to move UNICEF supplies. Sending more soon to Tonga ??, including from Fiji. https://t.co/DhaAJQAzaX
— Jonathan Veitch (@veitchjonathan1) January 21, 2022
«Antes de la erupción, la mayoría dependía del agua de lluvia», dijo Veitch a la AFP. «Si la ceniza ha hecho que todo sea tóxico, eso es un problema, a menos que puedan acceder a fuentes subterráneas», afirmó y añadió que ahora era «vital poder determinar su ubicación».
The Australian donated landing craft VOEA Late has been distributing food, water & shelter to communities in Tonga who need them from Australia's pre-positioned supplies.
— Zed Seselja (@ZedSeselja) January 22, 2022
Three RAAF flights with additional supplies have now landed to bolster relief efforts. ???? pic.twitter.com/LKNfMqBmiN
Ya se comenzó a analizar el agua, pero tras la erupción del pasado sábado «todo el país está cubierto de ceniza», informó Veitch.
Las operaciones de rescate comenzaron el jueves después de que la principal pista de aterrizaje del archipiélago fuera finalmente despejada de la gruesa capa de ceniza que la cubría.
Los aviones militares australianos y neozelandeses que llevaban ayuda de emergencia pudieron aterrizar, pero la distancia, las dificultades de comunicación y las medidas para evitar que el covid-19 se propague complican las operaciones.
«No es fácil. Está lejos de todo. Por lo tanto, hay limitaciones de acceso. Y luego (está) el problema de la Covid, obviamente, así como la falta de medios de comunicación. Yo diría que es casi un triple golpe», reconoció Veitch.
Un barco neozelandés que atracó en Tonga el viernes llevó importantes reservas de agua potable.
«También tiene capacidad para desalizanizar de 70.000 a 75.000 litros de agua por día, lo que hará una diferencia para la población, al menos en Tongatapu», declaró Veitch.
Unicef envió una gran número de kits de agua y saneamiento a bordo de un buque humanitario australiano. «Estamos enviando también muchos equipos para tratar el agua», afirmó Veitch.
