Los ciudadanos de cuatro departamentos de Bolivia votaron hoy para elegir a sus gobernadores, en comicios que terminarán de configurar el poder regional del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y el peso de la oposición.
Las elecciones en los departamentos de La Paz; Chuquisaca, en el sudeste del país; Tarija, en el sur, y Pando, en el norte, se celebraron sin incidentes significativos, bajo medidas de bioseguridad y en medio de advertencias de los servicios de salud por un rebrote de la pandemia de coronavirus.
“El proceso electoral ha transcurrido con calma y tranquilidad; todas las mesas fueron abiertas sin inconvenientes y no tenemos incidentes graves que reportar”, afirmó esta tarde el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Salvador Romero, en conferencia de prensa.
Asimismo, el Ministerio Público no registró delitos electorales en ninguno de los cuatro departamentos, informó el secretario de la Fiscalía General del Estado, Edwin Quispe, según la agencia de noticias ABI.
El panorama en materia de intención de voto era incierto y la expectativa se mantenía tras el cierre de las urnas, pues el TSE anticipó la semana pasada que no habría conteo rápido y los resultados finales y oficiales se conocerán solo el próximo fin de semana.
En La Paz se enfrentaron Franklin Flores (MAS, 39,70% en la primera vuelta) y Santos Quispe (del partido indigenista Jallalla, liderado por la exmasista Eva Copa, 25,18%), y en Pando lo hicieron Miguel Becerra (MAS, 40,98%) y Regis Richter (Movimiento Tercer Sistema, MTS, centroizquierdista, 38,98%).
En tanto, en Chuquisaca compitieron Damián Condori (del partido regional Chuquisaca Somos Todos, CST, 45,62% en la primera vuelta) y Juan Carlos León (MAS, 39,12%), y en Tarija, Álvaro Ruiz (MAS, 38,17%) y Oscar Montes (Unidos por Tarija, 38,05%).
En los cinco departamentos resueltos en primera vuelta, el MAS se alzó con las gobernaciones de Cochabamba (Humberto Sánchez), Oruro (Jhonny Vedia) y Potosí (Jhonny Mamani), y perdió las de Beni (Alejandro Unzueta, MTS) y Santa Cruz (Luis Fernando Camacho, del centroderechista Creemos).
El presidente Luis Arce votó en el colegio Cervantes, en La Paz, y reiteró que no asistió a la inauguración de la jornada comicial en la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) debido a la presencia de una misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Lo dijimos y mantenemos nuestra posición: somos muy críticos del papel que jugó la OEA en el golpe de estado de noviembre de 2019”, indicó el mandatario.
Los comicios son “el cierre de un ciclo electoral que ha abarcado desde 2020 hasta 2021 y que ha implicado la renovación de todo el poder político en Bolivia”, afirmó por otra parte Romero.
La autoridad hizo mención a las elecciones presidenciales de octubre pasado, ganadas en primera vuelta por Arce, delfín del exmandatario Evo Morales, y a las de gobernadores y alcaldes del pasado 7 de marzo.
“En el transcurso de estos meses, los bolivianos hemos definido todas las nuevas autoridades políticas tanto del nivel nacional, como del nivel departamental, regional y municipal”, explicó, citado por la agencia AFP.
Romero destacó que se adoptaron medidas sanitarias para hoy ante la pandemia, como la distribución de equipos de bioseguridad para notarios y jurados electorales, ciudadanos encargados de administrar la votación.
