El presidente de México, Andrés López Obrador, sostuvo que su país es «más seguro» que Estados Unidos, tildó de paranoicas advertencias de Washington en caso de viajar a México y rechazó la pretensión de que el Ejército estadounidense combata a narcotraficantes dondequiera que estén.
«¿Por qué esa paranoia? Es más seguro México que Estados Unidos, y no hay ningún problema para viajar por México con seguridad», expuso el mandatario de izquierda durante su conferencia de prensa diaria, donde fue preguntado sobre las recomendaciones de Estados Unidos para que sus ciudadanos eviten viajar o extremen precauciones en 30 de los 32 estados mexicanos.
Las expresiones de López Obrador se producen luego de que el pasado 3 de marzo cuatro estadounidenses fueron secuestrados en la ciudad fronteriza mexicana de Matamoros, estado de Tamaulipas, por presuntos narcotraficantes.
Dos de los rehenes murieron al parecer por las heridas que sufrieron al intentar fugarse poco después del rapto, mientras que otro tiene una herida en una pierna.
Según las autoridades mexicanas, las víctimas cruzaron a Matamoros porque una de ellas planeaba realizarse una cirugía estética.
A raíz de esos hechos, Washington recordó la vigencia de una alerta de viaje a Tamaulipas, cuyas carreteras fueron escenario de múltiples delitos en los últimos años.
En sus alertas de viaje, el Departamento de Estado considera que sólo los estados de Yucatán y Campeche ofrecen seguridad.
López Obrador replicó que «si esto fuera cierto no estarían llegando tantos estadounidenses a vivir aquí».
«En estos años es cuando más estadounidenses han llegado a vivir a México», abundó al reportar un aumento en la llegada de turistas a destinos como la caribeña Cancún.
Recordó luego que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, viajó a Estados Unidos para «informar» sobre cómo México atiende el problema de la inseguridad, en particular la lucha contra el tráfico del letal fentanilo.
El fentanilo es un opioide sintético utilizado en medicina como narcótico, que tiene una potencia muy superior a la morfina y la heroína.
Previo al rapto, la agencia antidrogas DEA había exhortado al gobierno mexicano a «hacer más» contra el tráfico de fentanilo, que cada año provoca decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
La campaña tendrá como difusores a los cónsules mexicanos.
Tras el secuestro, legisladores republicanos propusieron que Estados Unidos use al Ejército para combatir a los carteles de la droga dondequiera que estén.
«Esta es una campaña en contra de México de los políticos conservadores de Estados Unidos», protestó el gobernante, citado por medios locales y la agencia de noticias AFP.
Agregó que «se trata de un asunto politiquero» de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.
El viernes pasado, calificó de «necios, intervencionistas y prepotentes» a legisladores republicanos que proponen catalogar como «terroristas» a los carteles mexicanos y abrir así la puerta a una acción directa de Estados Unidos fuera de sus fronteras.
Fuente: Télam.