“Es la Provincia donde se conocieron mis abuelos, la Provincia a donde vino mi abuela a ser maestra normal, la Provincia donde viven mis tíos en Esquel, la que he recorrido varias veces, a la que venía mi madre para visitar a su tía en vacaciones”, valoró Lousteau.
“Es un caso más de degradación en la calidad del Estado, cuando el Estado Federal funciona cada vez peor, el país funciona cada vez peor. Y a veces tenemos provincias que funcionan mejor que el gobierno nacional o a veces peor, y cuando esto sucede se agrava lo que pasa en el resto del país, es lo que estamos viendo en el caso de Chubut”, analizó sobre la realidad provincial.
“Es muy difícil cambiar una realidad local sino cambia la realidad nacional, un gobierno local puede amortiguar una mala gestión nacional, pero esto no ocurre en esta Provincia, todo lo contrario”, remarcó.
Lousteau enfatizó que “las elecciones no son un partido de fútbol que con un resultado se acaba, esto es un proceso de construcción en el la ciudadanía redistribuye cartas con candidatos, espacios e ideas nuevos”.
“El radicalismo está cambiando mucho de actitud, con coraje para plantearse ante ciertas circunstancias, como también la hemos visto en Gustavo (Mena) cuando se discutió la Reforma Judicial”, aseveró.
“Durante la pandemia el Presidente dictaba normas que él incumplía, los gobernadores también, pero aquellos que tienen que lidiar con la realidad son los intendentes; como abrir, como cerrar, como contener”, fundamentó.
“Los intendentes del radicalismo en todos lados del país están liderando sale de la comodidad de lo legislativo para ir a la incomodidad de gestionar y ordenan gestiones que vienen malas de otros partidos, y eso está ocurriendo en todo el país. Ese país que no pide permiso, sino que se ocupa de ordenar la vida cotidiana”, ponderó.
“Este radicalismo que no tiene complejos de minoría tiene mucho más que aportar a Juntos por el Cambio de lo que ya aportó. Y puede coordinar mejor lo que falta en cada una de las Provincias. Y no me caben dudas que está representado en esta lista”, consideró.
“Juntos por el Cambio nació casi siendo gobierno nacional, las cosas se decidían con un dedo y mucho de nosotros cuando el radicalismo no se manifestaba con la suficiente fuerza marcando propuestas dijimos que había que hacer las PASO en todos lados. Naturalmente nos gusta ver la potencia de la unidad y que nuestro electorado se sienta tranquilo, pero nuestros electores también deben entender que estamos diseñando un futuro. Hay diferencias nacionales, discusiones más grandes”, analizó sobre las elecciones primarias.
“A mí lo que me interesa en este ejercicio de posibilidades que se abre en cada elección que haya menos redes, Tick Tock y Vía Pública y la sustancia que hay para el día siguiente y cuando se puede contribuir colectivamente; si hay un diputado con experiencia, formado, y un ex intendente que se planta en el Senado, eso sería una combinación muy potente. A veces nos dejamos llevar el día de la elección por un montón de espuma, como las redes, la publicidad, no me gusta cuando la política se banaliza”, planteó Lousteau.
“Estas es una lista que abre muchas posibilidades, desde lo local, desde el conocimiento, pero también desde la coordinación con lo nacional”, insistió.
“La gente debe entender que está en juego en esta elección: a mí me toca vivirlo en el Senado, pertenezco a un cuerpo donde el kichnerismo piensa que es una razón, no un método, que por ser mayoría puede hacer cualquier cosa, y entonces claramente a eso hay que ponerle un freno. Eso genera zozobra porque después hay que tratar de frenarlo en Diputados, donde la disputa es más pareja. Y a mí me interesa más la construcción futura que el freno, pero cada vez que no podemos frenar algo es un escalón más en la decadencia argentina que después hay que corregir”, esgrimió.
“A la gente que está tan apática, enojada, con mucha bronca le diría que el día de la elección también determina los siguientes años, no es el resultado de ese día, sino a quien ponemos para discutir la Argentina que viene”, pregonó.
“Entre el 40 y 90 por ciento de los chicos se quieren ir, no voy a caer en pesimismos y optimismos, pero vale la pena ir a las elecciones para empoderar a aquellos espacios y personas que tienen algo que aportar a la Argentina. Si no hacemos esto, se cierran las posibilidades”, reforzó.
“La gente ya no está para promesas, Argentina entró en una instancia en el que nuestro Estado funciona peor que otros estados y entonces, nuestro país no puede progresar en función de otros países”, lamentó.
“Lo primero es el estándar ético, cuando recorro las provincias y pregunto por nuestros candidatos, si los conocen de cerca, y lo primero que me dicen que son buenas personas, es fundamental. ¿Con eso basta? No, no basta. Lo segundo es capacidad para gestionar y lo tercero para fijar las prioridades correctas”, argumentó.
“En Bariloche, Sergio Whisky citó a un funcionario chileno que decía que un Gobierno que no prioriza bien los problemas no es un buen gobierno, y acá en Chubut podemos dar sobrados ejemplos de gastos que son al pedo, que no son los que tienen que brindar un Estado”, aludió.
“Y después las capacidades van cayendo, y entonces terminás sin clases, endeudado, sin infraestructura”, expuso.
En materia económica, el ex ministro de Economía en la primera gestión de Cristina Kichner, entre diciembre de 2007 y abril de 2008 señaló que “otros países, a medida que van avanzando con dos dosis de vacunación, vuelven a la normalidad, a Argentina todavía le cuesta, aunque tampoco queremos volver a la normalidad de los últimos 50 años”.
“¿Qué va a pasar en los últimos dos años? No sabemos, ya tuvimos al kichnerismo un montón de tiempo, los últimos cuatro años de Cristina fueron muy malos con caída del ingreso por habitante y trabas crecientes”, advirtió.
“No creo que pase nada distinto porque el kichnerismo no está planteando una discusión como administrar mejor el Estado, de hecho un día se levanta y plantea gastar 20 mil millones de pesos en una Reforma Judicial que no necesita la gente. Otro día decide que mientras todas las personas con emprendimientos productivos están tratando de sobrevivir, las empresas públicas no tienen que hacer ningún plan para ver como gastan menos y como la financiamos de otra manera, de la misma manera que utilizamos medio punto del PBI para las jubilaciones de privilegio o que se dicta un decreto para darle estructura a lo que se llama “Casa Patria Grande Néstor Kichner” que es un petit hotel en Cerrito al que le damos presupuesto para generar vínculos culturales con el resto de los países de Latinoamérica y se lo dan a la Cámpora. ¿No tenemos un cancillería para eso? Esas son las prioridades del gobierno nacional? Y así es como se degradan los Estados, y cuando se degrada el gasto público se degrada la sociedad”, criticó.
“Vamos a tener que pelear, por eso la experiencia de Gustavo (Mena) es importante, pero tenemos que ocuparnos de construir y por eso el radicalismo aporta intendentes y gobernadores que implique que Juntos por el Cambio sea mejor y más potente”, sostuvo.
“Estuvimos en Roca ayer, y en Río Cuarto (Córdoba) hace algunos días y los empresarios nos decían que querían desinvertir. Y la pregunta es, ¿por qué pasa eso?
“Nosotros los economistas en general estamos mirando si algo se puede financiar o no, pero los países crecen cuando utilizan sus propios recursos como corresponde, no los monetarios o los financieros, sus recursos productivos”, indicó.
“El Estado no facilita los recursos productivos del sector privado, con la presión tributaria es imposible, con la regulación laboral también, con la cantidad de tiempo que lleva entender la normativa impositiva es imposible, con el costo de infraestructura a la hora de sacar su producción para exportar es imposible. Entonces, ¿estamos poniendo a la Argentina a trabajar desde el sector privado, estamos poniendo a la Argentina a trabajar desde el sector público? Mi respuesta es no”, objetó.
“No hay ministro nacional o provincial que te diga que te sobra gente, se puede financiar, probablemente sí, ahora, ¿no tendría que hacer otra cosa? Un país que tiene el 50 por ciento de pobreza los debe tener planes, pero además esa gente debería estar trabajando para generar mayor valor agregado a la sociedad”, consideró.
“El Estado no tiene una regulación laboral que permita que el sector privado genere más puestos de trabajo”, agregó.
“Las inversiones hidrocarburíferas hasta las energías renovables son muy intensas al principio, pero después el costo operativo es más bajo que la inversión inicial que es enorme. ¿Puede un país poner a funcionar sus recursos cuando tiene el 20 por ciento de interés de tasa en dólares cuando se intenta conseguir capital?”, refutó.
“En la medida que tengamos un norte para ordenar el Estado vamos a poner a la Argentina a trabajar de otra manera, en lo público y en lo privado, eso sí habilita otra perspectiva”, aseguró.
“El Gobierno de Macri generó alternancia en la Argentina que no es poco, porque cuando no la hubo, el patrimonialismo y la corrupción fueron mucho peores. Además dejó una fuerza que logró el 41 por ciento de los votos, con lo cual si logra un 10 por ciento más podrá volver a gobernar”, alentó.
“Para mí el problema no es el déficit, el problema es que el Estado tiene malas prioridades y gestiona mal, de la misma manera que cuando se acumulan problemas durante 12 años como por ejemplo atrasos de tarifas, protección llevada a cabo torpemente por la Secretaría de Comercio en la época de Cristina, uno no lo puede revertir de la noche a la mañana porque la gente no tiene la culpa que haya habido 12 años de mala política tarifaria, entonces cuando se los cargó a las familias y a las pymes generó un problema. Y eso lo discutimos”, recordó.
“También hemos hablamos con Gustavo (Mena) de los subsidios de la Patagonia, no se puede modificar eso de la noche a la mañana, porque genera un impacto de incertidumbre en la vida cotidiana. Esas son diferencias que tenemos”, indicó.
“Ahora tenemos claro en este espacio que el rumbo que marca el kichnerismo es equivocado y que además avasalla cosas que son reglas fundamentales de nuestra vida en comunidad y en convivencia”, reprochó.
“A raíz de la pandemia y de la fuerza de los intendentes se ha despertado otro radicalismo que tiene una contribución muy importante por hacer. Y por eso se acercan los Facundo Manes o Martín Tetaz, o surgen a este lado dirigentes como Maximiliano Pullaro, que puso en prisión a Los Monos, por eso surge otra cosa y creo que esa revitalización es muy bienvenida”, concluyó.
