Unos 80 competidores, incluidas los de postas y dos niñas debutantes, largaron la octava fecha que terminó siendo el corolario de la intrincada temporada 2020-21 en medio de la pandemia de coronavirus.
Como es habitual, la gente de Acuarium se mostró reticente en brindar lo prioritario de la clasificación en forma inmediata y optó por difundir resultados en la entrega de premios, en la que se distinguieron a los mejores de cada categoría.
No sólo el tendón de Aquilés fue la difusión y el suministro de datos de una carrera para el grupo que comandan Mario Sosa y Nancy Regina. Hubo algunas cuestiones reglamentarias que se aplicaron a rajatabla y otras como eliminar los «apoya brazos» en las pruebas drafting (que exime a los organizadores de contar con fiscales) que no se cumplieron.
La queja de este domingo provino de Rawson y aunque el reclamo lo hizo alguien siempre envuelto en alguna polémica, el hecho de que Maika Mansilla haya ganado las cinco competencias en las que participó y por amplio margen no fue suficiente para que fuera campeona de su categoría porque no había participado en el mínimo de pruebas que estaban establecidas por reglamento.
Acuriaum logró plasmar ocho fechas en una temporada complicada, un mérito a todas luces indiscutible, pero debiera corregir algunas deficiencias.
No se hace importante a los medios o las periodistas de un medio brindando la información, sino a los competidores, a los participantes, a los protagonistas.
Las redes sociales ayudan, pero no son el espacio que especializan o jerarquizan la información. Lo deberían entender no sólo los referentes de Acuarium sino las jóvenes que iban a jardín de infantes cuando el triatlón ya era triatlón, sostenido por muchos competidores de nivel, pero también por muchos dirigentes y hacedores.
Tal vez esas jóvenes deban conocer a Néstor Wener, Susana González Bonet, Raúl Marín, «Jaqui» Salaberry, Alfredo Bones, Pedro Battaglini, Belisario Torné, Roberto «Chiquitín» Torres, Julio Martello, Sebastián Sarries, Carlos González Bonet, Romina Blanes, Claudio Delpueche, «Beto» Alecio, Pablo Rodríguez, Fabián Guzmán, Leandro González Bonet, Rodrigo y Junior Mansilla, Javier Staib, Sebastián Salaberry, Julio Andrade, Brian Oggero, Leonardo Chiachio, Evangelina Thomas, Sandra De Marzo, Iris Barrionuevo, Ana María Galván, Ana Montero, la propia Nancy Regina, Eduardo Turchín, Gustavo Ibarra, Ruperto Ruiz, Facundo Parra, Agustín Mora, Robertón Bertón y hasta el cordobés Ronan Pavoni que ha aportado su jerarquía en la competencia local y otros tantos artífices de las pruebas combinadas para entender que hay ser respetuosos de una historia y de un camino recorrido.
El día fue impecable en Gaiman, el cierre con 80 competidores estuvo por demás aceptable, pero lejos de los corolarios impresionantes que ha tenido tradicionalmente el triatlón, con muchas más bicicletas en parque cerrado y un cúmulo sustancialmente mayor de público. Pero eso producto de una difusión sostenida, de una consideración y un apuntalamiento desde los medios de comunicación, no desde la indiferencia y de mirarse el ombligo.
CUATRO DE CINCO, TERCERO CONSECUTIVO
Fabio Sebastián Arrative, 23 de octubre de 1987, 33 años para 34. Triatleta desde los 16, cuando empezó el curso de guardavidas en la pileta Swim, donde aprendió a nadar y donde hoy su hija Bryana, de 10 años, practica precisamente natación.
«Ayer hizo su primer torneo en Rawson, tengo una alegría enorme», compartió el tetracampeón patagónico, tres de esos títulos en forma consecutiva: «gané el primero en la temporada 2016-17, Facundo fue campeón en el 2017-18 y yo segundo y después vinieron los tres al hilo (2018-19, 2019-20 y 2020-21)», resume mientras saca de parque cerrado su bicicleta, que cuesta un poco más de 500 mil pesos.
Arrative se impuso en seis de las competencias del calendario (dos veces en Rada Tilly, Trelew, Madryn, Pirámides y Gaiman).
El comodorense Marcos Hernández resultó vencedor de la segunda fecha en Caleta Córdova y el bonaerense Emmanuel Iodice en la tercera, la primera de las dos que tuvo Puerto Madryn.
El hijo de Raúl y de Sandra Gallardo corrió este domingo a 40 kilómetros por hora en ciclismo y con un promedio de 3:25 el kilómetro en pedestrismo.
ROXANA BICAMPEONA
Es la más chica de cinco hermanos, una de las tres mujeres. Se animó a largar un «tria» hace unos cinco años en 2016 y se adueñó de las dos últimas temporadas del Circuito Patagónico de Triatlón. Con 37 años, Roxana Anahí Vallejos es esposa de Iván y mamá de Paz, de seis años.
«Hoy vino parte de mi familia, mi papá, mi mamá y dos de mis hermanos, además de mi entrenador Pedro Battaglini», contó la mujer que trabaja de secretaria y entrena un promedio cercano a dos horas diarias en Corpus de Trelew.
«Aprendí a nadar a los 29 años, antes hacía pedestrismo, corría algunas carreras, y cuando me animé empecé a entrenar con Pedro Battaglini en 2017. Hice algunos duatlones con una bicicleta de mountain bike, me encantaba ver a la gente que hacía triatlón», contó la flamante bicampeona.
Logró triunfar en cinco de las seis competencias en las que dijo presente en el campeonato que acaba de concluir. En una de las dos que se realizaron en Rada Tilly, terminó detrás, a unos 20 segundos, de Morena Miranda.
