Polonia fue condenada hoy por el máximo tribunal de la Unión Europea (UE) a pagar una multa de un millón de euros diarios por no haber puesto fin a las actividades de la Cámara disciplinaria de la Corte Suprema, institución clave de una controvertida reforma de la Justicia polaca.
Esta sanción financiera fue pedida el 7 de septiembre por la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, y se inscribe en el contexto de un duro contencioso entre el bloque continental y Polonia sobre el Estado de derecho y la independencia de la Justicia.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideró que la pena era «necesaria para evitar un daño grave e irreparable al orden jurídico de la UE y a los valores en los que se basa esa Unión, en particular el del estado de derecho», informó la agencia de noticias AFP.
La Comisión Europea, que supervisa el respeto de las leyes de la UE, quería que el tribunal con sede en Luxemburgo imponga una sanción diaria a Polonia hasta que actúe para mejorar el funcionamiento de su Tribunal Supremo y suspenda las nuevas leyes que socavan la independencia judicial.
El 14 de julio, el TJUE ordenó a Polonia el cese inmediato de las actividades de esta Cámara. Como esta decisión no fue respetada, el Ejecutivo europeo reclamó al TJUE imponer sanciones, al estimar que «los sistemas judiciales de la UE deben ser independientes y equitativos».
La discordia gira en torno a la Sala de Disciplina de la Corte Suprema, un órgano que muchos magistrados consideran una herramienta para presionarlos y que fallen a favor de las autoridades gubernamentales.
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, dijo al Parlamento Europeo la semana pasada que la cámara será abolida, pero hasta el momento no precisó un plazo para hacerlo.
El conflicto volvió a salir a la luz a principios de octubre, cuando el tribunal constitucional de Polonia dictaminó que las leyes polacas tienen supremacía sobre las del bloque en las áreas donde chocan.
Polonia y la UE están confrontadas en torno a una serie de polémicas reformas judiciales de Varsovia que, para Bruselas, chocan con las libertades democráticas y que el Gobierno polaco considera necesarias para acabar con la corrupción de los jueces.
A principios de mes, el Tribuna Constitucional polaco dijo que ciertas partes del derecho europeo eran incompatibles con la Constitución del país. Esta decisión suscitó temores de una posible salida de Polonia de la UE.