Horacio Pavés, el hombre al que Romero supuestamente intentó matar a balazos, se reveló y no quiso testificar ante el tribunal que enjuicia al abogado, respecto de lo sucedido aquella tarde del 19 de abril de 2019 en su tapicería, cuando aparentemente ambos pelearon y él terminó herido de un tiro en la espalda. Pavés manifestó que no se acordaba y se mostró reticente, según contó uno de los defensores de Romero, el doctor Abdón Manyauik.
En el primer día de juicio además del insólito hecho de que la policía tuviera que salir a buscar a Pavés para traerlo detenido a la audiencia, declaró Romero, según su abogado,y reiteró lo que vino diciendo desde un principio: que los hechos no ocurrieron como los presenta la fiscalía y que es inocente del delito que le atribuyen. Que el arma no era de él.
El caso es confuso todavía y Romero lleva varios meses preso imputado de tentativa de homicidio. El hecho ocurrió en una tapicería de la avenida Hipólito Yrigoyen al 1000 en donde el abogado presuntamente discutió y peleó con el dueño del lugar, que terminó recibiendo un disparo de una pistola 11.25, a la que le habían puesto un silenciador fabricado artesanalmente.
Romero en esa refriega fue herido con un destornillador en la cara, argumentando el tapicero que con ese elemento se había defendido al momento en que el imputado sacó el arma y le disparó.
El doctor Abdón Manyauik contó que ellos pidieron que declarara la víctima y que al no presentarse en el juicio la fiscalía solicitó que se lo fuera a buscar con la fuerza pública.
“Como fueron a la casa y no estaba, decidieron ordenar la captura del hombre que llegó después del mediodía acompañado por personal policial y manifestó que no tenía intenciones de declarar. Se lo obligó a que lo hiciera, insistió con que no se acordaba de nada, que no estaba en condiciones (de testificar) porque se sentía descompuesto por un problema de salud e igual lo hicieron declarar”, relató Manyauik
“Manifestó (una y otra vez) que no se acordaba de nada y generó muchísimas dudas”, añadió el letrado. ¿Qué extraña esta situación no? Se le preguntó. “No sé si extraña, no podría ponerme en el lugar de esta persona”, expresó Manyauik, a lo que se insistió consultándole en qué quedaría el caso. “La verdad que es muy difícil el derecho a Defensa (del imputado) cuando una persona (la víctima, el denunciante) no se acuerda lo que pasó. Nosotros no pudimos interrogarlo al principio de la causa porque las entrevistas las toma únicamente el Ministerio Publico Fiscal y la verdad de la prueba se ve ahora, en el debate”, indicó.
“Es decir, la fiscalía mostró una entrevista filmada hace un año y medio en la que a esa persona (la victima) que en ese momento se acordaba de lo ocurrido no le pudimos hacer preguntas. Es muy difícil así un juicio justo para alguien que está imputado y si el Ministerio Publico Fiscal realmente respeta el derecho que tiene cualquier persona deberá rever si acusa o no en medio de toda esta situación”, insistió Manyauik.
El juicio continúa este miércoles con más declaraciones testimoniales. Según Manyauik son más de veinte las que faltan, aunque no se descarta que algunas sean dejadas de lado.
