La policía dice que
la gran mayoría no contaba con la guía, desconociéndose su procedencia y que la
documentación de los otros estaba vencida o carecían de la autorización de
transporte. La jueza de Paz del lugar, en consecuencia, ordenó el decomiso de
625 cueros ovinos por violar la Ley de Marcas y Señales y el secuestro del
carro en donde eran transportados por infracción a la Ley de Transito: no tenía
luces ni patente.