Las islas Baleares, al este, en el mar Mediterráneo, y especialmente Mallorca, de clima habitualmente benigno, son las más castigadas por el paso de este temporal, en donde se registraron fuertes vientos que llegaron a los 117 kilómetros por hora, según la agencia estatal de meteorología española, Aemet, y lluvias récord con más de 100 milímetros en numerosas localidades, según medios locales de la isla.
«Muy destacables fueron las nevadas en Baleares, donde la cota se situó a tan solo 100 metros, y en algunos puntos del norte de Mallorca se acumularon espesores superiores a un metro en 24 horas, a partir de 800 metros de altitud, una nevada extraordinaria», explicó Rubén del Campo, de Aemet.
Las fuertes lluvias podrían estar detrás de varios hundimientos de tierra en Palma de Mallorca, dejando el mayor de ellos un socavón de ocho metros de diámetro y cuatro metros de profundidad en una avenida de la ciudad, consignó la agencia AFP.
También infrecuentes fueron las nevadas a nivel del mar, en San Sebastián, al norte, y en Barcelona, noreste, donde cuajó en la parte alta de la ciudad, así como en localidades costeras al sur de la capital catalana, tratándose de la nevada «más intensa» desde marzo de 2018 en Barcelona, según explicó Del Campo.
El llamado Triángulo del frío, una zona interior del centro-este de España, volvió a hacer honor a su nombre, y Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, se despertó este martes con -16º, mientras Calamocha (Teruel) sufría unos -11º, indicó Aemet.
El miércoles llega la primavera meteorológica -la astronómica lo hará el 21 de marzo- y arrancará con «temperaturas mínimas entre cinco y diez grados por debajo de lo normal en la mayoría de la península», adelantó Del Campo.
Todo el interior de España estará este miércoles bajo aviso por frío, y en las islas Baleares persistirá la alerta por fuertes vientos y oleaje.
Fuente: Télam.