El papa Francisco pidió hoy a Europa «derribar los muros» contra los inmigrantes, al iniciar en Chipre una gira de cinco días por el Mediterráneo centrada en la problemática de los refugiados que también incluirá Grecia, al tiempo que reclamó «diálogo y reconciliación» para el conflicto abierto entre la isla y Turquía tras la ocupación de una parte de ese territorio por Ankara en 1974.
Con el eje migratorio como uno de los temas centrales del viaje ante el aumento de personas que ven en Chipre y Grecia una puerta de entrada a Europa, Francisco recordó las «numerosas civilizaciones» que han habitado Mediterráneo, «un Mar del que todavía hoy desembarcan personas, pueblos y culturas de todas partes del mundo», dijo.
«Con su fraternidad pueden recordar a todos, a toda Europa, que para construir un futuro digno del hombre es necesario trabajar juntos, superar las divisiones, derribar los muros y cultivar el sueño de la unidad», planteó el Papa en esa dirección.
«Necesitamos acogernos e integrarnos, caminar juntos, ser todos hermanos y hermanas», convocó en ese marco al hablar ante religiosos chipriotas en la capital Nicosia en el primero de los once discursos que hará durante la gira.
Chipre, el país más oriental de la Unión Europea (UE), vio en lo que va de 2021 un aumento de cerca del 40% en la cantidad de migrantes frente al año anterior, según cifras oficiales.
Desde la periferia europea, el pontífice aprovechó para enviar un mensaje al resto del continente, en medio de las tensiones crecientes por el renovado rechazo de varios países a las llegadas de inmigrantes desde Medio Oriente y el Norte de África, indicó la agencia Télam.
En la primera jornada de una gira que también tendrá como tema las migraciones desde Medio Oriente a Europa a través del Mediterráneo, el pontífice agregó luego que el mar que baña las costas chipriotas «ahora lamentablemente es lugar de conflictos y de tragedias humanitarias».
«Chipre, encrucijada geográfica, histórica, cultural y religiosa, tiene esta posición para poner en marcha una acción de paz. Que sea una obra abierta en la que se construye la paz en medio del Mediterráneo», pidió.
En esa dirección, el pontífice argentino destacó a Chipre como una Nación «que a lo largo de los siglos no ha aislado a la gente, sino que la ha unido» y como «una tierra cuyo límite es el mar; a un lugar que representa la puerta oriental de Europa y la puerta occidental de Medio Oriente».
«Son una puerta abierta, un puerto que reúne», planteó al renovar los halagos a la política migratoria chipriota que había planteado horas antes ante religiosos locales, y como contrapartida de la línea dura antimigrantes de muchos países de la Europa continental.
«Pienso también en la presencia de muchos inmigrantes, que porcentualmente es la más relevante entre los países de la UE. Salvaguardar la belleza multicolor y poliédrica del conjunto no es fácil»; profundizó en esa línea.
«El continente europeo necesita reconciliación y unidad, necesita valentía e impulso para caminar hacia adelante. Porque no serán los muros del miedo ni los vetos dictados por intereses nacionalistas los que contribuirán al progreso, ni tampoco la recuperación económica por sí sola podrá garantizar la seguridad y la estabilidad»; agregó luego en un otro mensaje dirigido a los líderes políticos continentales.
Fuente: Télam.