En un escrito que le envió a un fiscal pide que se abra una investigación penal contra todos aquellos que divulgaron información sensible y anticipada del caso de su hermano por Whatsapp y en las redes sociales. “Esto me trajo un perjuicio muy grande. Tengo un pequeño comercio y como se enteraron que tengo el mismo apellido que el taxista internado dejaron de comprarme”, asegura el denunciante.
Lo que denuncia este hombre, tiene ribetes en los que algunos miembros de esta comunidad muestran su lado más hipócrita y miserable. “Mi familia y yo estamos sufriendo un calvario… humillaciones”, describe el denunciante y al final de su exposición expresa con justificada indignación lo siguiente:
“Estamos muy mal. Fuimos expuestos, nuestro apellido apareció en varios lugares expuesto por personal que trabaja en el hospital (de Trelew) causando que se nos agravie, nos insulten. Nos expusieron, nos señalaron. Toda mi familia está con temor a lo que nos pueda pasar por esta exposición a la que personal y allegados a los trabajadores del hospital nos sometieron”.
El fiscal que contesta la requisitoria –también por escrito—es Enrique Gabriel Kaltenmeier, quien notificó al denunciante que a raíz de su exposición “se ha formado legajo fiscal para investigar las circunstancias de los hechos indicados, y su posible calificación jurídico-penal”.