El juez sospecha que el detenido no está bien, que tiene algún problema mental y por eso dispuso que se le hagan estudios físicos, sicológicos y siquiátricos a los fines de establecer si entiende o no la criminalidad de los hechos que le imputan. Es el vagabundo de 66 años, acusado de haber prendido fuego una casa en Dolavon con dos personas dentro, de las cuales una murió calcinada y la otra sufrió gravísimas quemaduras, que hacen que hoy su estado siga siendo muy delicado.
El terrible suceso ocurrió el sábado a la madrugada y este domingo se hizo con él –de manera virtual—la audiencia de control.