“Es una nueva oportunidad, zapatos se van a vender siempre, la gente no anda descalza”, afirmó Gustavo Silva en diálogo con Radio 3 al hablar con orgullo, pero con la mesura que lo caracteriza, de la inauguración de la sucursal N° 25 de La Madrileña, la primera en la Provincia de Neuquén.
El flamante local comercial, emplazado en pleno centro sobre la calle Mitre, tiene 600 metros cuadrados, con el depósito incluido, y más allá de las innovaciones de estructura y diseño, es bastante similar a la casa matriz de Trelew, ubicada en Belgrano y 25 de Mayo.
Idearla y construirla llevó tres meses, desde que en marzo se tomó la decisión de seguir ramificando a la zapatería más grande de la Patagonia, ya con presencia y calidad reconocidas en Viedma (Río Negro); Trelew, Comodoro, Madryn y Esquel (Chubut) y Caleta Olivia (Santa Cruz), además del centro de logística en Buenos Aires.
“Tomamos gente de Neuquén y profesionales que ya trabajan en la empresa”, señaló Silva sobre la construcción del nuevo local.
“Pensamos de acá al futuro, no de lo que ocurre o va a ocurrir en los próximos tres meses. Ya son más de 60 años de historia, los desafíos y las complicaciones existieron y van a seguir existiendo, pero hay que pensar en positivo”, remarcó el empresario.
“Tampoco estamos en el 2001 que se viene todo abajo, creo que la rueda ahora va más lenta, pero sigue girando, hay que seguir”, sostuvo sobre la inauguración de La Madrileña en una de las ciudades más importantes de la Patagonia.
Cuando Gustavo Silva nació, el comercio que fundó su padre Gumersindo ya tenía una década. Hoy, con 51 años, está a cargo de comandar el grupo empresarial: “a mí me gusta lo que hago, soy un agradecido a mis padres por lo que hicieron, jamás lo sentí como una obligación; al contrario, es un orgullo”, enfatizó en el final.
La inauguración tuvo también mucha música, de un grupo de jazz y tap, además de acordes tradicionales.