Organismos de rescate reportaron hoy «grandes daños» en viviendas y hoteles de Tonga tras la masiva erupción de un volcán submarino seguido de un tsunami en este archipiélago del Pacífico.
Las primeras indicaciones de la magnitud de la crisis en el país insular comenzaron a conocerse mediante llamadas irregulares por teléfono satelital e imágenes de satélite, tres días después de la erupción.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reveló que los vuelos de vigilancia confirmaron «daños sustanciales a propiedades» en las islas Mango y Fonoi.
El organismo reportó también «grandes daños» en las playas occidentales de la isla principal Tongatapu, «con varios hoteles y/o casas destruidas y/o severamente dañadas».
La capital Nuku’alofa fue cubierta por dos centímetros de ceniza volcánica y polvo, mientras que la energía fue restaurada en partes de la ciudad.
En tanto, los sistemas telefónicos internos fueron restaurados pero la comunicación internacional continuaba interrumpida.
El malecón de la capital estaba «seriamente dañado con piedras y escombros arrastrados tierra adentro por el tsunami», indicó OCHA.
Imágenes divulgadas por el Centro de Satélites de la ONU mostraron el impacto de la erupción y el tsunami en la pequeña isla de Nomuka, una de las más cercanas al volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai.
El centro indicó que de 104 estructuras analizadas en la zona que no estaba cubierta por las nubes, 41 fueron identificadas como dañadas y casi todas cubiertas de cenizas.
«Por las pocas actualizaciones que tenemos, la magnitud de la devastación podría ser inmensa, especialmente para las islas más alejadas», manifestó Katie Greenwood, de la delegación regional de la Federación Internacional de la Cruz Roja.