Fueron este sábado a la mañana en el barrio Planta de Gas, en la zona este de Trelew, a pocas calles del lugar en donde el miércoles pasado ocurrió el crimen del joven Cristian Poblete (27). De una de las viviendas allanadas, los investigadores se llevaron secuestrado el teléfono celular de uno de los moradores, al que con la autorización de un juez les revisaran las llamadas y los mensajes para saber si su propietario tiene o no alguna conexión con el homicida.
También andaban detrás de un vehículo, pero no lo encontraron. Sería el auto del que mató a Poblete; del mismo al que el jueves, al día siguiente del asesinato, le quemaron dos veces la casa: un individuo que aparentemente era conocido de la víctima y de su familia, del que desde la Justicia podrían pedir su captura en los próximos días.
Los allanamientos que se hicieron fueron en total seis y se iniciaron después de las siete de la mañana. Algunos de ellos la policía de Investigaciones local los realizó en Padilla al 200, y en el pasaje Planta de Gas; en el primero, buscaban dar con el dueño de casa y no lo encontraron. Tampoco ubicaron su vehículo.
En tanto que en el otro fue donde incautaron el teléfono celular que podría guardar información concerniente a comunicaciones antes y después del homicidio que podrían contribuir a afianzar la principal hipótesis que tienen los investigadores.
Al joven Poblete, que jugaba al futbol aparentemente en una liga barrial, lo asesinaron el miércoles pasado de un balazo en el pecho. Por las vainas servidas que secuestró la policía en el lugar le efectuaron al menos siete disparos con una pistola 9 milímetros y solo uno dio en su humanidad; justamente, el que acabó con su vida. Según las autoridades que investigan el crimen, habría habido varios testigos del hecho pero nadie quiere hablar; estarían todos atemorizados.