Grupos de derechos humanos, la oposición laborista y organismos internacionales como la ONU han criticado el proyecto, argumentando que va en contra de los principios fundamentales de los derechos humanos y podría poner en peligro la seguridad y el bienestar de los migrantes afectados.
El informe señala que la población mundial podría alcanzar los 10 mil millones en el futuro, pero luego comenzaría a descender rápidamente, rompiendo con la histórica tendencia de crecimiento.