Con la interpretación de «Piedra y Camino» de don Atahualpa Yupanqui, el chico de Gaiman, aunque apoyado por todo Chubut, cerró un ciclo perfecto de evolución permanente y de reconocimiento rotundo de íconos musicales como la propia Soledad Pastorutti -tricampeona del certamen- y Ricardo Montaner, el más sorprendido por la interpretación final del patagónico.
«De un sueño lejano y bello viday, soy peregrino», dice una estrofa del maestro Atahualpa, que Yhosva hizo carne en su participación en La Voz.
En varias de las ciudades de Chubut hubo vigilias para seguir el último programa, por supuesto en Gaiman y en el Gimnasio Municipal de Trelew, en dónde después la gente salió a las calles a festejar como si fuera un campeonato de fútbol.
Además del premio de 2 millones de pesos, Yhosva logró acceder a un contrato con Universal Music para editar sus propias composiciones.
«A la familia que me vino a ver, y a toda la gente que me apoyó, que Dios los bendiga a todos, los quiero», alcanzó a expresar Yhosva al micrófono del conductor Marley, en el final del ciclo.