Miles de manifestantes, liderados por docentes y bomberos, recorrieron las calles de Bruselas para exigir una reforma de pensiones justa, en medio de tensiones políticas y huelgas.
Unas 30.000 personas, en su mayoría docentes de la región de Flandes, se movilizaron este lunes en Bruselas en reclamo de una reforma de pensiones que garantice condiciones dignas. La protesta fue organizada por el frente sindical común en respuesta al temor de recortes que podrían ser impulsados por la futura coalición gubernamental federal, la cual busca ahorrar 3.000 millones de euros.
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La marcha se desarrolló en un ambiente mayoritariamente festivo, aunque se registraron incidentes aislados protagonizados por bomberos, quienes atacaron a cuatro policías, resultando heridos. Según la policía de Bruselas-Capital Ixelles, este fue el único evento violento destacado durante la movilización, que duró aproximadamente dos horas y media y recorrió el centro de la capital belga.
La jornada estuvo marcada también por huelgas en sectores estratégicos como transporte público, aeropuertos y correos. En el aeropuerto de Zaventem, al menos el 40% de los vuelos fueron cancelados, mientras que Charleroi suspendió todas las salidas desde el mediodía. Estos paros reflejan la preocupación extendida entre los trabajadores por las reformas de pensiones propuestas.
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El reclamo surge en un contexto político tenso. Desde las elecciones generales de junio, Bélgica opera con un gobierno en funciones mientras los cinco partidos aspirantes a formar la coalición federal intentan superar diferencias en temas clave como fiscalidad, subsidios de desempleo y pensiones. Los sindicatos temen que las negociaciones derivaron en un «ataque frontal» al sistema de pensiones, como lo calificaron los líderes de las principales centrales obreras.
El sector empresarial, en tanto, insiste en la necesidad de reformas para evitar problemas más graves en el futuro. Pieter Timmermans, CEO de la Federación de Empresas de Bélgica, advirtió que retrasar estos cambios podría generar consecuencias más drásticas hacia 2030. Los sindicatos, sin embargo, se mantienen firmes en la defensa de los derechos adquiridos por los trabajadores, exigiendo soluciones que no comprometan su bienestar.
Fuente: EFE.
Imagen ilustrativa: Euro News.