«La mujer habría sido subida por su pareja a la fuerza a la unidad del transporte de pasajeros de una empresa pesquera en la que este hombre se desempeña como chofer y la señora como empleada de planta», explicó el jefe policial.
«En un momento dado esta señora salió de la vivienda con un masculino y otra compañera a dejarla a su casa, esto ocurre por un lapso de 10 minutos según los testigos, pero cuando regresó el marido se habría puesto celoso y agredió a la mujer», señaló.
«Los testigos escucharon gritos y golpes y cuando salieron de la casa, el colectivo se iba y dieron aviso al 101 porque entendían que la mujer había sido retirada en contra de su voluntad», apuntó.
«Realizaron un cierto recorrido, durante el cual fueron seguidos por un vehículo de uno de los compañeros de trabajo, mientras guiaban a la policía. El móvil de la Seccional Segunda a cargo del oficial Galotti logró ubicar al colectivo, pero cuando intentaron interceptarlo, el hombre le tiró la unidad encima dos veces y no hizo caso a las indicaciones del personal policial», destacó Acosta.
«Regresaron al domicilio de la pareja y una vez que el colectivo frenó, se abrió la puerta de acceso a los pasajeros, se acercó por ese lado el suboficial Calfunao, que era el chofer del patrullero y encargado de turno, y dialogó con la mujer que estaba llorando bajo una fuerte crisis de nervios», puntualizó.
«En ese momento escuchó la detonación de un disparo, por lo que se dirigió a la parte frontal del colectivo y observó al oficial Galotti que presentaba una herida punzo cortante bastante importante en su mano izquierda, a la vez que le refería que el hombre le había lanzado una puñalada a la cara y él logró cubrirse con la mano, además de extraer su arma y efectuarle un disparo. Esta persona había saltado por la ventanilla del lado del conductor», expuso el comisario.
«Ambos fueron trasladados al hospital, el hombre presentaba un disparo con ingreso y salida en su pierna izquierda, sin compromiso óseo ni riesgo de vida, aunque quedó internado en observación y detenido a disposición del Ministerio Público Fiscal», recalcó.
En tanto, Galotti fue atendiendo sin ningún tipo de riesgo, pero se procedió al secuestro de su arma de fuego. La División Criminalística trabajaba en lugar en procura de lograr el proyectil y el cartucho, mientras se recepcionaban testimonios de los testigos.
