Cristian Rodríguez ejerció durante años con un título trucho. Está preso con preventiva y lo acusan por abandono de persona seguido de muerte tras atender a una mujer de 86 años sin ser médico.
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Cristian Rodríguez aparentaba ser médico, pero nunca lo fue. Durante años ejerció en hospitales, clínicas y sanatorios del conurbano bonaerense y en un consultorio de la Ciudad de Buenos Aires, utilizando un título y matrícula nacional falsificados. La justicia federal confirmó su procesamiento con prisión preventiva por el delito de abandono de persona seguido de muerte, tras la atención médica ilegal que brindó a una vecina de San Cayetano, que falleció a las pocas horas.
El caso se remonta al 26 y 27 de octubre de 2019, cuando Rodríguez, como médico de guardia del Hospital Municipal de San Cayetano, atendió en dos ocasiones a Isabel G. L., de 86 años, primero en su domicilio y luego en el centro de salud. Tras darle el alta, la mujer empeoró. Volvió a ser revisada por él y trasladada finalmente al hospital, donde murió.
Según el juez federal Sebastián Casanello, Rodríguez incrementó el riesgo para la salud de la paciente, al asumir su atención médica sin título habilitante ni matrícula legítima, lo que privó a la víctima de recibir atención real y adecuada. El fallo también resalta que el falso médico actuó con dolo, conociendo la falsedad de su documentación y posicionándose como garante de cuidados médicos que no estaba en condiciones de brindar.
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El procesamiento fue dictado en el marco de una investigación del fiscal Carlos Rívolo, que detectó la falsedad de un título atribuido a la Facultad de Medicina de la UBA, fechado en diciembre de 2013, y una matrícula médica nacional aparentemente emitida por el Ministerio de Salud.
Rodríguez no solo atendía en el hospital de San Cayetano. Desde 2014 trabajó en un sanatorio de Villa Adelina, una clínica de Munro, otra en Olivos, una tabacalera y un centro de diagnóstico en Martínez. Además, fue denunciado en mayo de este año por seguir ejerciendo en un consultorio del barrio porteño de Monte Castro. En ese lugar, detectives de la Policía Federal secuestraron insumos médicos, computadoras, fichas clínicas y recetas firmadas como «médico cardiólogo».
El juez Casanello también ordenó un embargo sobre los bienes del imputado por un total de 100 millones de pesos.
Fuente y foto: La Nación