El Pantanal, el mayor humedal del mundo, corre el riesgo de desaparecer para finales de este siglo como consecuencia directa del calentamiento global. Así lo advirtió Marina Silva, ministra de Medio Ambiente de Brasil, quien hizo un llamado urgente al Congreso para la creación de un marco normativo que permita hacer frente a las emergencias climáticas que azotan al país. La región atraviesa la peor sequía de los últimos 74 años, con una reducción significativa en las lluvias y un aumento de la evapotranspiración, lo que impide la recuperación de sus ecosistemas.
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«Si continúa el fenómeno de los incendios, podríamos perder el Pantanal a finales de este siglo», señaló Silva en una audiencia pública en la Comisión de Medio Ambiente del Senado. Esta situación se agrava con la pérdida de la cubierta vegetal, producto tanto de la deforestación como de los incendios que se multiplicaron en la zona. El Pantanal es clave para la regulación del ciclo del agua y el clima en la región, además de ser hogar de una biodiversidad invaluable, con especies en peligro de extinción.
La ministra también destacó que Brasil vive un escenario de riesgo climático extremo en 1.942 municipios, lo que subraya la necesidad de implementar políticas más contundentes para mitigar los efectos del cambio climático. Según Silva, el Gobierno brasileño hizo un «enorme esfuerzo presupuestario» para combatir la ola de incendios y la sequía que afecta no solo al Pantanal, sino también a la Amazonía y el Cerrado. Sin embargo, los recursos disponibles son limitados, y a pesar de que el Ministerio de Medio Ambiente no sufrió recortes en el último ajuste presupuestario, las medidas siguen siendo insuficientes frente a la magnitud del problema.
El Centro Nacional de Monitoreo de Desastres Naturales confirmó que Brasil vive la mayor sequía desde 1950, una situación que no solo afecta a la biodiversidad, sino también a las comunidades locales que dependen del Pantanal para su subsistencia. Los incendios, alimentados por la sequía, continúan avanzando y generando un impacto devastador en el ecosistema.
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Frente a este sombrío panorama, Marina Silva subrayó la importancia de que el Congreso apruebe el marco normativo solicitado, que permitiría destinar fondos especiales a emergencias climáticas, excluyéndolos de los límites fiscales del gobierno. Esto, según la ministra, sería una medida clave para hacer frente a las «condiciones muy desfavorables» que atraviesa el país y mitigar los daños antes de que sea demasiado tarde.
Fuente: Noticias Argentinas.
Foto: Innova Travel.
