Investigadores advierten que el retroceso de los glaciares en El Bolsón amenaza el abastecimiento de agua en Mallín Ahogado. Piden planificar fuentes alternativas ante un posible colapso hídrico.
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El retroceso de los glaciares en la zona cordillerana de El Bolsón, en Río Negro, pone en alerta a científicos, autoridades y productores locales. Especialistas del Departamento Provincial de Aguas (DPA) advierten sobre la disminución sistemática de las masas de hielo del cerro Perito Moreno y el glaciar Hielo Azul, dos reservas fundamentales para el suministro de agua en la región.
Los datos relevados muestran que estos cuerpos glaciarios, claves para mantener el caudal del arroyo Pedregoso y del río Azul, experimentan un achicamiento constante desde hace más de una década. El fenómeno amenaza especialmente a Mallín Ahogado, una localidad que depende del agua de deshielo para actividades agrícolas, ganaderas y de abastecimiento domiciliario.
Según el especialista Martín Nini, del DPA, el retroceso se debe a una combinación de menos precipitaciones y temperaturas récord en verano, que impiden que los glaciares se regeneren. El glaciar sur del cerro Perito Moreno, por ejemplo, pasó de tener 82.960 m² en 2020 a solo 53.465 m² en la última medición, mientras que el glaciar norte cayó de 47.611 m² a 35.350 m². El glaciar Hielo Azul, en tanto, perdió más de 100.000 m² desde 2012.
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“Cuando estos glaciares desaparezcan, esa reserva de agua sólida ya no estará. Por eso es urgente pensar en fuentes hídricas alternativas”, remarcó Nini. El riesgo es doble: no solo hay menos agua disponible, sino que el avance de las urbanizaciones y los recientes incendios forestales empeoran el escenario de estrés hídrico.
Los informes del Servicio Meteorológico Nacional respaldan esta preocupación. Entre 2021 y 2024, El Bolsón registró las temperaturas máximas más altas de los últimos 30 años, con picos de hasta 38,5 °C en febrero de 2023. Estas condiciones climáticas extremas aceleran el descongelamiento de los glaciares y su paulatina desaparición.
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La situación se enmarca en un fenómeno global. La ONU declaró 2025 como el Año Internacional de la Conservación de los Glaciares, reconociendo su rol clave frente al cambio climático. En Río Negro, el llamado es a la acción: científicos del Ianigla-Conicet también reportan retrocesos en el glaciar Alerce del monte Tronador, sumando evidencias al deterioro generalizado en la cordillera patagónica.
“Esto enciende las alarmas y debe considerarse en la planificación de los recursos hídricos en el corto y mediano plazo”, concluyó Nini. La comunidad científica insiste en que es momento de anticiparse al colapso hídrico con medidas de adaptación y gestión sostenible del agua.
Fuente: TN
Foto: Diario Río Negro