La AFIP descubrió una red que desvió $2.000 millones mediante empresas fantasma. Allanaron 36 domicilios y secuestraron $1 millón en efectivo.
Después de tres meses de investigación, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) allanó 36 domicilios de contribuyentes identificados como deudores relevantes con escasos movimientos bancarios. Estos contribuyentes desviaban ingresos a través de empresas fantasmas para evadir impuestos.
Los verdaderos dueños de estas empresas utilizaban sociedades «cáscaras» que reemplazaban unas a otras, ocultando su identidad. Esta estructura generaba deudas impositivas y previsionales, cambiando de razón social y utilizando testaferros insolventes para transferir las nóminas de trabajadores.
La Dirección General Impositiva (DGI) detectó un grupo de empresas y profesionales que operaban conjuntamente, ofreciendo terminales POS y cuentas bancarias de sociedades falsas. Estas eran utilizadas por contribuyentes del sector gastronómico y de indumentaria.
A través de esta maniobra, desviaron $2.000 millones, depositándolos en cuentas bancarias de las usinas y utilizándolos para pagar a proveedores y empleados. El análisis de IPs, domicilios y datos relevantes reveló la vinculación con una sociedad profesional, responsable de crear y administrar estas operaciones fraudulentas.
La AFIP presentó una denuncia penal, radicada en el Juzgado Federal en lo Penal Económico N°9, solicitando medidas urgentes para proteger los intereses del Fisco. En el operativo, se secuestraron $1 millón en efectivo y gran cantidad de documentación e información digital relevante para la causa.
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