En Turquía, al menos 30 personas murieron y 31 permanecen en terapia intensiva tras consumir alcohol adulterado en Estambul. Según la cadena NTV, las víctimas que sobrevivan podrían sufrir secuelas graves, como daños cerebrales y pérdida de visión. La policía allanó una vivienda donde se fabricaba el alcohol falsificado, incautando 50 litros de esta bebida, drogas y resina de opio.
El consumo de alcohol adulterado, mezclado con metanol —un compuesto más barato y tóxico—, se ha vuelto frecuente en Turquía, impulsado por la producción clandestina debido a los elevados impuestos. En lo que va del 2025, ya se registraron 34 muertes por esta causa, según la agencia Anadolu. Durante 2024, solo en Estambul, 48 personas fallecieron por intoxicaciones similares.
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El gobernador de Estambul informó que 63 empresas han perdido sus licencias por vender alcohol falsificado. Sin embargo, comerciantes acusan al gobierno de fomentar esta crisis a través de su política impositiva, que encarece productos como el raki, el licor de anís típico de Turquía, cuyo costo supera las 1.300 liras (37,20 dólares) por litro.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado su desaprobación hacia el consumo de alcohol, calificándolo como contrario a los valores musulmanes. Desde 2013, Turquía prohíbe la publicidad de bebidas alcohólicas y su representación en los medios. Estas medidas, sumadas a la inflación, han generado un mercado negro que pone en peligro la vida de los consumidores.
Fuente: TN.