El disparo pasó en medio de los dos, del gendarme y del prestador turístico que había ido a la portada porque un turista se había ido sin pagar de su complejo de cabañas.
En el momento de la charla escucharon un zumbido, el repique del proyectil en el suelo, el estruendo en la montaña, con el consecuente rebote del eco.
Los gendarmes corrieron al resguardo porque ninguno tenía chalecos antibalas, a diferencia de los efectivos de la Policía del Chubut que también cumplían tareas de control de tránsito en la Portada de Ingreso.
El franco tirador se habría ubicado en un sector alto, rocoso, por encima de las vías de La Trochita, y a los policías se les hizo imposible llegar en moto, por lo cual no hay pistas sobre la presencia de la persona o las personas que habrían disparado al personal de seguridad el sábado cerca de las 13.30.
La Gendarmería hizo pericias en el sector sospechado y encontraron rastros de que alguien pudo haberse apostado para disparar.
“Es un mensaje más que violento y todo por querer atrapar a un turista que se había ido sin pagar. Llegué a la portada y me puse a conversar con los gendarmes y policías y les dije que me iba a quedar ahí hasta que el hombre pasara para cobrarle», contó Said.
«Comencé a charlar con un gendarme que me llamó porque había llegado un auto de similares características al que se fue de nuestras cabañas, y en la charla éramos los únicos dos que quedamos expuestos mirando hacia el cerro, el resto estaba debajo del portal de acceso», precisó.
«En ese momento sentimos el impacto al lado nuestro, porque la bala llega primero que el ruido, y después el estruendo impresionante en la montaña porque había un silencio absoluto. Nos dimos cuenta que nos habían tirado desde arriba del cerro, desde la vía hacia arriba, y el impacto pasó en los 20 centímetros que nos separaban», remarcó.
«Además se sintió el olor a pólvora y a piedra donde golpeó la bala. Se armó un protocolo, Gendarmería, Policía, no sabían que hacer unos y otros, sorprendidos por este franco tirador que nos había tirado y digo nos había tirado porque éramos los dos expuestos hacia la montaña y la bala vino en dirección a nosotros, no hay vuelta que darle en esto», aseguró.
«Una cosa es contarlo y otra es haberlo vivido, fue complicado. La bala pasó entre nuestras piernas, de la mía y la del gendarme, al que agarraba de los dos le volaba la pierna», dimensionó.
«Fue algo hecho adrede, con intenciones de amedrentar, estoy convencido de eso, el que tiró sabía lo que hacía, porque conozco de armas, he tirado con fall, fusil y carabina», fundamentó el prestador.
«Según el comentario de alguien de la fuerza, arriba encontraron rastros, de alguien apostado en ese lugar o de los tiradores, no me dijeron», aclaró.
«Creo que la Policía no llegó nunca, los efectivos que estaban salieron corriendo porque tenían chalecos antibalas, los chicos de Gendarmería no tenían porque los pidieron. No había ningún móvil, ni un dron para monitorear la montaña, quizás que con esto que pasó pongan las barbas en remojo y cuenten con más herramientas de seguridad», reclamó.
«Si esto fue un mensaje y lo quiere seguir dando el que tiró estamos en un brete peligroso», apuntó.
«Yo escuché que una policía le contaba a un compañero que alrededor de las 11 de la mañana habían llegado una camioneta o un auto del que se habían bajado dos personas de negro y subieron por la vía, pero no le di importancia porque hasta ahí era todo normal, estaba nevando fuerte nomás. Y a la hora, hora y media ocurrió lo del disparo. Pero tampoco sé si la policía se lo manifestó a sus superiores», infirió.
«No sabría decir si voy a declarar como testigo, si Gendarmería o Policía tienen certezas de quien tiró sí voy a radicar la denuncia por intento de homicidio, es un intento claro de matar a alguien, tampoco puede quedar en una anécdota que fui a la portada, tiraron un tiro y me vine a mi casa», advirtió.
«Las fuerzas de seguridad deben arreglar sus problemas, pero el civil, el que anda en el llano, no tiene nada que ver con estas cosas», sentenció Said.