Un cómplice que andaba con un reflector logró escapar. Ambos aparentemente habían querido ingresar al hogar de ancianos en el que la policía verificó que el acceso tenía dos candados rotos. Fue este martes a la madrugada, el detenido tiene cerca de 20 años y dicen las autoridades que es “conocido”.
La aprehensión fue realizada a metros del geriátrico, que al parecer por la pandemia no está funcionando normalmente. En las inmediaciones de donde cayó el sospechoso encontraron el arma que arrojó al suelo cuando vio que se le acercaba la policía, una pistola calibre 22 cargada con tres balas, que podría ser robada.
Las autoridades de la comisaría Tercera y de la División Canes habían acudido a esa zona buscando corroborar el llamado de vecinos al 101, que daban cuenta de que había intrusos queriendo ingresar a la chacra de “La Abuela Gerda”, un lugar que queda en la extensión de la avenida Soberanía Nacional, al sudoeste de la ciudad.
Cuando iniciaron un recorrido a pie por las inmediaciones, luego de detectar dos candados rotos del portón de acceso del establecimiento, escucharon disparos y vieron en medio de la oscuridad de la noche dos siluetas que se alejaban.
A una lograron darle alcance y detenerla, tratándose de un joven de 28 años y el acompañante que andaba alumbrándose con un reflector pudo escapar.