La nueva normativa busca ordenar y agrupar actividades emergentes en la economía digital, como streaming y criptoactivos.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ha actualizado su Clasificador de Actividades Económicas (CLAE) para incluir una serie de nuevas actividades digitales que han ganado relevancia en los últimos años, como el streaming, la gestión de criptoactivos y otros servicios electrónicos. Esta modificación, que se concretó a través de la Resolución General N° 5607/24 publicada en el Boletín Oficial, tiene como objetivo ordenar y codificar más eficientemente las nuevas formas de negocio impulsadas por el auge de las plataformas virtuales.
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La actualización del CLAE responde a la creciente integración de tecnologías en la economía global y a la diversificación de los servicios digitales. Con la expansión de plataformas de streaming y la popularización de las criptomonedas, se ha vuelto necesario adaptar los procesos administrativos a esta nueva realidad. A partir de la modificación, se amplió el número de códigos de actividad del clasificador, pasando de 951 a 966, con el fin de incorporar actividades emergentes que se ajusten mejor a los avances tecnológicos y comerciales.
Dentro de las actividades digitales ahora incluidas, destacan la transmisión en vivo de programas a través de plataformas de streaming, la minería y custodia de criptoactivos, así como la producción de contenido audiovisual dirigido a redes sociales. Estos servicios han experimentado un crecimiento exponencial, por lo que su inclusión en el clasificador contribuye a una regulación más adecuada y eficiente.
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El ajuste del CLAE también refleja la transformación digital que ha facilitado la creación de nuevos modelos de negocio en todos los sectores económicos, impulsando a los contribuyentes a adoptar herramientas tecnológicas que optimicen sus operaciones. En este sentido, el nuevo clasificador permitirá un seguimiento más cercano y ordenado de estas actividades en crecimiento.
Con esta reforma, ARCA continúa con su labor de modernizar y adaptar las normativas fiscales a los cambios tecnológicos y económicos, permitiendo una mejor identificación de las nuevas formas de trabajo y consumo en la economía digital.
Fuente: ámbito financiero
Imagen ilustrativa: ABC