El Ejército de Estados Unidos destruyó el puerto petrolero de Ras Issa en Yemen, como parte de su ofensiva contra los rebeldes hutíes. El ataque, realizado el jueves 17 de abril, dejó al menos 20 muertos y 50 heridos, según autoridades hutíes.
La instalación, ubicada sobre el mar Rojo, era utilizada como fuente clave de suministro y financiamiento para los rebeldes proiraníes. El Comando Central de EE.UU. afirmó que el objetivo era debilitar el poder económico del grupo.
Desde el 15 de marzo, Washington realiza ataques casi diarios contra los hutíes, quienes han lanzado ofensivas contra buques civiles y militares en apoyo a los palestinos en Gaza. EE.UU. los considera una organización terrorista extranjera.
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“El puerto de Ras Issa seguía abasteciendo combustible a los hutíes”, informó el Pentágono. Las autoridades militares estadounidenses sostienen que los ingresos del petróleo financian actos de terrorismo en la región.
La ofensiva hutí ha generado un grave impacto en el comercio internacional, forzando a cientos de embarcaciones a evitar el canal de Suez. El 12% del tráfico marítimo global transita normalmente por esa ruta.
El presidente Donald Trump reafirmó su compromiso de mantener la presión militar hasta que los hutíes cesen los ataques. Esta ofensiva comenzó durante el mandato de Joe Biden y se ha intensificado en las últimas semanas.
Fuente: CNN.
Imagen: picture alliance / ASSOCIATED PRESS.