El Gobierno nacional dio un nuevo paso en su reforma del sistema laboral al oficializar el marco regulatorio para los Productos de Inversión Colectiva de Cese Laboral, un esquema voluntario que apunta a reemplazar la tradicional indemnización por despido.
La medida, instrumentada a través de la Resolución General 1071/2025 de la Comisión Nacional de Valores (CNV), habilita la creación de fondos especiales entre empleadores y trabajadores para afrontar pagos por desvinculación laboral.
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Estos fondos podrán adoptar dos formatos: Fondos Comunes de Inversión (FCI) o Fideicomisos Financieros (FF). En ambos casos, estarán sujetos a controles de la CNV y deberán operar con una política de inversión específica. Una de las claves del nuevo régimen es que la adhesión será totalmente voluntaria tanto para los trabajadores como para las empresas, conforme al artículo 96 de la Ley Bases 27.742.
Las características principales de estos productos incluyen la inembargabilidad de los fondos, la identificación clara con la etiqueta “Cese Laboral” y restricciones de inversión para evitar conflictos de interés. En los FCI, por ejemplo, no se podrán adquirir activos emitidos por el empleador, y se limitará la concentración por industria. Además, en caso de despido, el trabajador tendrá derecho a disponer de las cuotapartes acumuladas.
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Por su parte, los fideicomisos funcionarán con mayor flexibilidad en su administración. No requerirán un prospecto aprobado por la CNV, aunque sí deberán difundir información entre los trabajadores. Permitirá incorporar nuevos fiduciantes en el tiempo y establecerá procedimientos precisos para el pago de fondos ante distintos escenarios de desvinculación. También se garantizará que los trabajadores puedan acceder mensualmente a información sobre sus tenencias.
Este sistema representa una transformación en el paradigma de las relaciones laborales en Argentina. Si bien no reemplaza de forma obligatoria el régimen indemnizatorio actual, busca posicionarse como una alternativa moderna y previsible, en línea con modelos utilizados en otros países. El éxito de su implementación dependerá del interés y la confianza que genere tanto en empleadores como en los trabajadores.
Fuente: Infobae.