El candidato oficialista Lai Ching-te, considerado un «separatista» por China debido a sus posturas proindependentistas, ganó las elecciones en Taiwán.
Lai, miembro del Partido Demócrata Progresista, obtuvo el 40.2% de los votos, según el 98% de los resultados escrutados. China, que ve a Taiwán como parte de su territorio, reaccionó indicando que la «reunificación» es «inevitable».
Lai prometió defender la isla de las «intimidaciones» de China y mantener la paz en el Estrecho de Taiwán. China había amenazado antes de los comicios, llamando a los taiwaneses a tomar «la decisión correcta» para evitar la guerra.
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Hou Yu-ih, candidato del Kuomintang, admitió su derrota. El presidente estadounidense Joe Biden reafirmó la posición oficial de no apoyar la independencia de Taiwán, mientras el secretario de Estado Antony Blinken felicitó a Lai y destacó el sólido sistema democrático de Taiwán.
La Unión Europea expresó su oposición a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en Taiwán, y varios países, incluido Paraguay, felicitaron a Taiwán por las elecciones.