“En el corto plazo quiero seguir trabajando en el exterior. Hace cuatro, cinco años me propuse darle un giro a mi carrera. Me propuse conocer otras idiosincrasias de básquetbol en el mundo”, dijo el técnico chubutense, de 41 años, que espera el retorno de la actividad, una vez superada la pandemia del coronavirus.
El ex DT de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia (campeón en la temporada 2006 de la Liga Nacional) aguarda la resolución que tomará la franquicia que capitaneó hasta la temporada anterior.
Es que Aguacateros, equipo que es bancado económicamente por el ex astro del Real Madrid, Gustavo Ayón, no se inscribió –previamente- en la nómina de 13 equipos que, desde el 10 de septiembre, iniciarán el período 2020-21 de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP).
Lo cierto es que tiene tiempo hasta el 30 de julio para rever esa medida inaugural. “Sigo en el cargo hasta fines de julio y estoy trabajando, por las dudas, con capacitaciones. Si se revierte, la situación sería muy particular”, dijo Casalánguida al programa radial ‘Reloj de 24’ (AM 530).
El básquetbol mexicano tiene otro exponente argentino como DT, ya que el rosarino Juan José Pidal está al frente de Leñadores de Durango.
“La Liga mexicana tiene muchos entrenadores extranjeros y los argentinos son siempre bien considerados. Están muy bien valorados”, describió.
Para Casalánguida, también campeón con Regatas Corrientes en 2013, el regreso apresurado –tras la pandemia- podría provocar “lesiones graves” a los protagonistas “en caso de que no se entrenen el tiempo suficiente, luego de estar tanto tiempo parados”.
“Habrá que dosificar los entrenamientos y las cargas. Cuánto mayor cantidad de tiempo tenga un DT a los profesionales, mejor será la adaptación”, sostuvo.
“Si los tiempos de práctica son cortos, puede haber dificultades físicas y probabilidades de lesiones severas. Creo que ocho semanas de preparación es el período ideal para volver a la competencia”, alertó Casalánguida.
