El «Millo» tiene 9 puntos en la Zona 3 y está segundo del líder Banfield por diferencia de gol, mientras que Central suma 6 y los mendocinos cierran sin unidades en su haber.
El desarrollo de este encuentro en el estadio Malvinas Argentinas no escapó a las características de mediocridad que abarcan a la mayoría de los encuentros de este certamen, en el que solamente hay en juego una plaza para la Copa Libertadores del año próximo y otro para la Sudamericana, pero de 2022.
Encima, el gol prematuro de cabeza convertido por el zaguero central Diego Novaretti antes del cuarto de hora de iniciado el encuentro no contribuyó con el espectáculo sino todo lo contrario, porque volvió especulativos a los dirigidos por Christian «Kily» González y desnudó la impotencia de los conducidos por Diego Martínez.
De esta manera las buenas intenciones por manejar el balón de Godoy Cruz chocaron con una defensa más consistente de los visitantes, que trataron, también sin éxito, ir en procura de aumentar cifras por vías del contraataque.
Pero era tan pobre lo de ambos conjuntos que en un momento el propio «Kily» González lanzó un significativo «no jugamos a nada», cuando su rival parecía apropiarse del balón y jugar mucho más cerca del área auriazul de lo deseado por su entrenador.
Pero las variantes no aparecieron tampoco durante toda la extensión del segundo período y la falta alarmante de profundidad repitió historias recientes de, por lo menos, dos partidos tan soporíferos como este, que encima terminaron 0 a 0: Independiente-Central córdoba y Patronato-Gimnasia.
De una u otra forma, y ya con Godoy Cruz eliminado y condenado a la Fase Complementaria, sin embargo las diferencias entre los dos rivales de esta noche al pie de la Cordillera de los Andes demostró que ambos son equipos de vuelo bajo, como la mayoría de los 24 integrantes de esta Copa de la Liga.
