Chelsea se metió en la gran final de la UEFA Conference League por primera vez en su historia, y lo hizo con paso firme.
En su temporada debut en el torneo, el conjunto londinense volvió a vencer al Djurgardens IF de Suecia, esta vez por la mínima en Stamford Bridge, luego del contundente 4-1 logrado en Estocolmo. De esta forma, los Blues sellaron su boleto a la definición con un global de 5-1.
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Bajo la conducción del técnico italiano Enzo Maresca, el Chelsea optó por alinear nuevamente un equipo alternativo. Esta decisión no afectó el rendimiento colectivo, que se mantuvo sólido y eficaz a lo largo de toda la competencia. El estratega apostó por la rotación como fórmula de crecimiento, dándole minutos a futbolistas secundarios que respondieron a la altura del desafío europeo.
El único tanto del encuentro lo marcó Kiernan Dewsbury-Hall sobre el cierre del primer tiempo, tras una buena jugada colectiva. El gol fue suficiente para asegurar el triunfo y certificar la clasificación a la final. Con una defensa compacta y un mediocampo dinámico, el equipo inglés dominó el desarrollo del partido sin sobresaltos.
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Este recorrido hasta la final refleja una correcta gestión del plantel y una ambición deportiva clara. Chelsea supo encontrar en la Conference League una plataforma para consolidar jugadores y pelear un título internacional que, si bien es de menor rango que la Champions o la Europa League, suma prestigio y permite ampliar el palmarés del club.
Ahora, los Blues aguardan al ganador de la semifinal entre Fiorentina y Betis para disputar la final el próximo 28 de mayo en el Estadio Municipal de Breslavia, en Polonia. Será la primera vez que Chelsea busque levantar este trofeo y, con lo mostrado hasta ahora, llegan como serios candidatos.
Fuente: vermouth-deportivo.