Una coalición tripartita de conservadores, socialdemócratas y neoliberales asumió este lunes el poder en Austria, después de intensas negociaciones y 154 días de espera desde las elecciones legislativas del 29 de septiembre. La coalición, compuesta por el Partido Popular Austriaco (ÖVP), el Partido Socialdemócrata (SPÖ) y los liberales de Neos, reemplaza a la anterior coalición de conservadores y verdes.
El líder conservador Christian Stocker fue juramentado como nuevo canciller federal ante el presidente Alexander van der Bellen, en una ceremonia televisada en el Palacio Hofburg. Esta coalición se formó después de que el ultraderechista Partido de la Libertad (FPÖ), que ganó las elecciones con un 28,8% de los votos, no lograra formar un gobierno estable con otros partidos.
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Con 110 escaños en el Parlamento, la nueva coalición busca garantizar la estabilidad económica y política de Austria, además de enfrentar retos como la recesión, la inmigración ilegal y el avance de la ultraderecha. Van der Bellen destacó la importancia de superar las diferencias para formar un gobierno que ponga los intereses del país por encima de los partidarios, mencionando la necesidad de fortalecer la democracia y la cohesión social.
El gobierno encabezado por Stocker tiene el desafío de gobernar durante los próximos cinco años, un periodo que promete ser crucial para Austria, en particular por la necesidad de revitalizar la economía y fortalecer la unidad europea. Mientras tanto, el FPÖ, liderado por Herbert Kickl, queda en la oposición, con críticas sobre la incapacidad de los tres partidos de llegar a un consenso en las negociaciones.
En este nuevo panorama, Andreas Babler, líder de los socialdemócratas, asume el cargo de vicecanciller, mientras que la presidenta de Neos, Beate Meinl-Reisinger, ocupa el Ministerio de Asuntos Exteriores. Este será el primer gobierno tripartito en Austria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: DW.
Imagen: Leonhard Foeger/REUTERS.