En muchas casas, el pan termina siendo un alimento que se desperdicia, ya sea porque se pone duro o porque se vuelve gomoso. Este fenómeno ocurre, sobre todo, por cómo se guarda el pan. Aunque el pan es un alimento básico, si no lo almacenás bien, puede terminar en la basura.
El error común en el almacenamiento del pan
Un error común es guardar el pan en bolsas de plástico. Aunque parece una opción práctica, el plástico retiene la humedad, haciendo que el pan pierda su crocancia y se vuelva desagradable. Lo mismo pasa al envolverlo en papel film, que puede evitar el moho, pero no mantiene la textura crujiente.
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El truco efectivo para mantener el pan fresco
Para disfrutar de un pan fresco durante más tiempo, probá este truco casero: guardalo en bolsas de papel. Este material permite que el pan «respire», evitando la acumulación de humedad y manteniéndolo en condiciones óptimas por más tiempo. De hecho, por esta razón, las panaderías suelen entregar sus productos en bolsas de papel.
Si planeás conservar el pan por un período más largo, la mejor opción es congelarlo. Colocá el pan en una bolsa hermética y guardalo en el congelador. De esta manera, vas a poder disfrutar de pan fresco (una vez descongelado) hasta por tres meses.
Fuente: DiarioUno.