Foto de archivo.
Se trata de Olga Mansilla, quien dialogó con la prensa y brindó detalles sobre la angustiante situación que vive desde el miércoles.
Olga Mansilla, docente de Comodoro Rivadavia, denunció este viernes que una familia vecina usurpó su vivienda el pasado miércoles, mientras ella se encontraba en un turno médico en la clínica Altamira. La docente relató los difíciles momentos que vivió al regresar a su casa y encontrarla ocupada por personas que, según su relato, no tenían domicilio en la ciudad y aprovecharon su ausencia para ingresar a la propiedad.
«Cuando regresé a mi casa, me encontré con que estaba todo usurpado. Estaban un señor con su hija y otra chica que ni siquiera tenía domicilio aquí, y además estaban con dos nenes. Aprovecharon que yo había ido al médico para entrar en mi casa», relató Olga visiblemente angustiada.
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Según Mansilla, la situación se agrava debido a un vínculo previo con los suegros de los usurpadores, quienes, a pesar de haber mantenido una relación cordial, ahora se encuentran involucrados en este conflicto. «Con los suegros de ellos siempre tuve buena relación, pero ahora esto cambió drásticamente. No entiendo cómo pasaron de ser vecinos amigables a esta situación tan tensa y dolorosa», expresó la docente.
Además, Olga enfrenta obstáculos legales y emocionales al intentar recuperar sus pertenencias y al no poder acceder a su hogar debido a la ocupación ilegal. «Tuve que esperar afuera de mi casa con mis hijos, durmiendo en la vereda. Y lo peor es que no pude ni acceder a mis medicamentos. Tengo diabetes y no pude tomar la insulina que necesitaba», explicó Olga.
A pesar de los esfuerzos de la policía, que intervino en el momento, Olga continúa esperando una resolución judicial que le permita recuperar su vivienda y resolver la situación de forma definitiva. «Estoy aquí esperando una resolución. No me quiero ir hasta que la justicia diga algo, porque yo vivo aquí desde hace 10 años, y esto no puede quedar así», concluyó Mansilla.