El caso involucra a un vecino de Esquel, Ricardo Malerba, que contó a Radio 3 como se produjo el hecho que terminó siendo denunciado ante la Policía local.
Repasó que semanas atrás compró un celular a través de Internet a una tienda de Córdoba, donde un familiar lo retiró. Desde allí se optó por enviarlo mediante un servicio de transporte, Crucero Express.
El vecino contó que tomaron todos los recaudos, como embalar bien el dispositivo y fotografiar la encomienda durante y después del embalaje.
Fue así que se despachó el paquete y luego de pasar por las plantas de Buenos Aires y Neuquén, llegó a Esquel. Sin embargo, cuando el hombre fue a retirar la caja se percató que la misma no se encontraba con el mismo aspecto que al momento de ser despachada.
Por ello, abrió el paquete en la misma oficina de la empresa transportista y constató que la encomienda había sido abierta y el contenido cambiado por una abrochadora.
“Es un robo, despaché un teléfono y me dieron una abrochadora, me robaron”, sentenció el vecino esquelense quien, si bien destacó la preocupación y atención de la agencia local, lamentó la falta de respuestas y atención por parte de la empresa.
“En algún lugar del transporte la abrieron y la cambiaron”, puntualizó el hombre, quien expuso que el valor del dispositivo supera los 120 mil pesos.
“Destaco y lo digo, la atención de la empresa en la ciudad, que estaban más indignados que yo, me brindaron toda su colaboración, se preocupan, me llaman y me preguntan cómo va”, manifestó.
Sin embargo, “desde la empresa en sí no tengo respuesta. No me atendieron el reclamo, insistí y expliqué que pasó. Me pidieron un montón de documentos y terminaron diciéndome que probablemente me podrían decir algo en 30 días”.
Ahora, “no me contestan más, me borran los mensajes y hasta me bloquean”, en las vías de comunicación.
El hombre contó lo ocurrido ya que espera una respuesta y solución a lo sucedido, además de instar a quienes hayan pasado por algo similar a que lo denuncien ya que “no tiene que ser común y naturalizarse -máxime- cuando los que vivimos lejos necesitamos de los medios de transporte y necesitamos que sean confiable”.
“Les hacemos muy fácil la vida a ellos y no es así”, cerró.