Científicos británicos y escoceses desarrollaron una herramienta de inteligencia artificial (IA) capaz de analizar las emociones de los animales mediante imágenes faciales. Este avance tiene el potencial de mejorar la comprensión sobre su salud emocional y física, lo que podría transformar la forma en que los humanos interactúan con los animales y promueven su bienestar.
La IA utilizada por los investigadores procesa miles de imágenes para identificar patrones faciales que revelan emociones como el dolor o el estrés. Este enfoque, documentado en la revista Science, destaca por su rapidez y precisión, logrando una efectividad superior a la de los métodos tradicionales. Gracias a este sistema, los científicos pueden reconocer cambios sutiles en las expresiones faciales de diferentes especies, como caballos, ovejas y cerdos, mejorando su cuidado y tratamiento.
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Aplicaciones en el bienestar animal: Una de las herramientas más prometedoras en este campo es el programa Intellipig, desarrollado para detectar las emociones de los cerdos y optimizar su cuidado. Además, estudios previos han demostrado que la IA es capaz de identificar problemas de salud en animales, como la mastitis en ovejas, con una precisión sorprendente. Este avance abre un abanico de posibilidades para garantizar el bienestar de los animales en el ámbito veterinario.
El impacto en la relación humana-animal: Emma Baxter, científica del comportamiento animal en el Colegio Rural de Escocia, destacó que la IA podría mejorar la vida de los animales, permitiendo que los veterinarios y cuidadores comprendan mejor sus necesidades emocionales y físicas. La detección de expresiones faciales sutiles mediante IA puede ayudar a los humanos a identificar el malestar de los animales, lo que a su vez fomenta una relación más empática y responsable.
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A pesar de los avances, la tecnología aún enfrenta desafíos, como la necesidad de grandes volúmenes de imágenes etiquetadas correctamente y la dificultad de interpretar qué observa exactamente la IA en las caras de los animales. Investigadores como Anna Zamansky están trabajando para superar estos obstáculos, mejorando la capacidad de la IA para reconocer emociones más complejas, como la felicidad o la frustración en los perros.
El futuro de esta tecnología promete revolucionar el campo del bienestar animal. Investigadores continúan perfeccionando sistemas para que la IA sea capaz de reconocer emociones complejas y garantizar que los animales reciban la atención que necesitan. En el horizonte, se prevé el desarrollo de aplicaciones que permitan a los tutores de mascotas identificar el estado emocional de sus animales de manera instantánea, mejorando la calidad de vida de los mismos.
Fuente: Infobae.