El informe del Conicet destaca que la población de huemules en Argentina enfrenta una amenaza crítica, con solo 300 a 500 ejemplares restantes después de una disminución del 90%. La reintroducción en áreas históricas emerge como un paso crucial para revertir esta alarmante tendencia.
El estudio subraya la importancia de rastrear las tradiciones migratorias de los huemules y restaurar su acceso a zonas que sus antepasados habitaban. La pérdida de estos patrones, causada por la caza excesiva y la presión humana, ha confinado a la mayoría en áreas elevadas de los Andes.
Con la reintroducción en sitios representativos, se espera revitalizar la salud demográfica de los huemules y preservar su legado genético. Este enfoque no solo apunta a la supervivencia de la especie, sino también a la restauración del equilibrio ecológico en su hábitat natural.