El primer ministro Giuseppe Conte pidió a los italianos «renunciar a algunas libertades» para enfrentar el coronavirus, a dos días de que venza el decreto sobre las medidas nacionales para frenar la pandemia y cuya renovación podría incluir la obligatoriedad de usar tapabocas en espacios abiertos en todo el país.
«Hace falta la atención máxima, incluso renunciando a algunas libertades», advirtió Conte en declaraciones que reproduce hoy el diario Repubblica, de cara a la renovación del decreto, que vence el próximo miércoles.
El pedido de Conte se da luego de que Italia registrara una suba de los casos diarios de coronavirus en los últimos días, que llevaron al registro más alto en cinco meses el fin de semana.
Hoy, sin embargo, el Ministerio de Salud informó de 2.257 contagios, un descenso frente a los 2.578 casos del domingo y de los 2.844 del sábado.
Según las cifras oficiales, en las últimas 24 horas fallecieron además 16 personas, por lo que las víctimas desde el inicio de la pandemia llegan a las 36.002, de las que 16.973 se concentran en la región de Lombardía, en el norte del país.
Más allá del pedido de Conte, el ministro de Economía Roberto Gualtieri aseguró hoy en declaraciones televisivas que están «excluidos» nuevos aislamientos como los que el país atravesó en la primera y más dura fase de la pandemia, antes de relanzar la mayoría de sus actividades, en junio.
«Pero para ello debemos contener las infecciones. Debemos hacer todos los esfuerzos en esta etapa para contener el virus en la segunda ola», planteó Gualtieri.
El fin de semana, el ministro de Salud, Roberto Speranza, había dicho que el Gobierno evaluaba la hipótesis de hacer obligatorio el uso del tapabocas en espacios abiertos en todo el país, como ya dispusieron cuatro regiones, entre ellas Lacio, donde está la capital, Roma.
Hoy Conte justificó la posibilidad de nuevas medidas: «Seguimos en plena pandemia, y el constante aumento de las infecciones en toda Italia, aunque todavía bajo control, nos obliga a mantener nuestra atención muy alta y seguir siendo muy cautelosos», dijo.
«Proteger la salud de los ciudadanos y, por tanto, garantizar las condiciones de seguridad en el lugar de trabajo y donde se desarrolla la vida social, significa también preservar la economía y nuestro tejido productivo», argumentó el primer ministro.
Según el diario Corriere, la prórroga del decreto que vence este miércoles, que podría salir en las próximas horas, incluiría además el cierre de bares y restaurantes a las 23 y la posibilidad de que los efectivos del Ejército ocupados en la prevención del extremismo tengan la facultad de controlar el uso de barbijo en las calles.
Mientras tanto, Ricardo Merlo, el senador y subsecretario de la Cancillería italiana nacido en Argentina, dio positivo para coronavirus y se encuentra con aislado, con fiebre, según informó hoy a Télam.
El caso de Merlo es el tercero en el Senado italiano en una semana, luego de que a fines de septiembre la Cámara Alta fuera cerrada para desinfección por dos casos positivos en el oficialista Movimiento Cinco Estrellas.
Hasta el momento, las regiones de Lacio, Campaña, Sicilia y Calabria, más la ciudad de Génova, ya obligan el uso de barbijo en lugares abiertos para buscar detener la difusión de la Covid-19.