El fiscal Jorge Bugueño recordó que “el sábado a la madrugada la víctima de 21 años y un amigo, Rodrigo Ojeda, sacaron a pasear una perra pitbull a 20 metros de la vivienda del barrio Comercio IV cuando los dos imputados pasaron y comenzaron a increparlos, lo que produjo una discusión y una posterior pelea”.
Uno de los malvivientes sacó un arma blanca con la que hirió a Ojeda y le quitó la vida a Bopp: «sufrió una herida a la altura del cuello que comprometió todas las arterias, no tuvo una sobrevida mayor a los 10, 15 minutos, cayó tendido a los pocos metros, justo fuera de su casa”, reveló el fiscal.
“Fue una provocación sin sentido, porque no se conocían, no tenían ningún problema anterior ni tampoco quisieron robarle ninguna pertenencia, una cuestión sumamente banal”, lamentó Bugueño.
Bugueño señaló que “los acusado vivían a pocas cuadras, en el mismo barrio, así que fueron detenidos en uno de los domicilios”.
También recordó que Hammond tenía libertad condicional, lo que le será revocada.
A pesar de la cuarentena, los vecinos organizaron un cacerolazo para pedir Justicia por Alan: “nos sorprendió, somos vecinos de toda la vida, una familia muy buena, un pibe muy querido, lamentablemente hoy no está con nosotros y queremos la justicia verdadera, no que los tengamos afuera dentro de cinco años”, dijo Leandro, el vocero de los vecinos.
Alan Bopp tenía una relación directa con el intendente Gustavo Sastre porque la víctima era amigos de sus hijos y sobrinos: “fue un fin de semana muy triste, dos delincuentes cobardes que no deberían haber estado en la calle lo asesinaron. Lo conocíamos porque también trabaja en un local comercio donde muchas veces solíamos ir y de una familia humilde, trabajadora, acostumbrada a los sufrimientos y que les toque esto es imperdonable”, aseveró el jefe comunal.
“Los voy a acompañar hasta el último día que se haga Justicia porque lo que hicieron estos delincuentes es imperdonable, no les va alcanzar su vida para devolverle un mínimo gesto a la familia de Alan”, sentenció.