¿Cuáles serán los efectos climáticos de «El Niño» en la Patagonia?

De acuerdo a un artículo publicado en el Diario de Río Negro, «El Niño» impactará en diferentes latitudes, incluyendo las provincias de Río Negro y Neuquén, aunque los cambios climáticos serán menos pronunciados en estas áreas.

El norte de la Patagonia actuará como límite sur de la zona de mayores lluvias, que se espera que se concentren en la primavera en el centro del país. Este escenario podría dar lugar a la irrupción de masas de aire frío de origen polar durante la estación, lo que podría generar episodios de heladas tardías en el Alto Valle.

MIRÁ TAMBIÉN | Los costos económicos de los desastres climáticos aumentan en todo el mundo

En términos generales, «El Niño» es un fenómeno meteorológico a gran escala que se caracteriza por una anomalía en las temperaturas superficiales del océano Pacífico tropical. Sus efectos destacan la importancia de la interrelación entre los océanos y la atmósfera para el equilibrio climático del planeta.

«Previsiones y desafíos ante el regreso de «El Niño» en la Patagonia»

El regreso de «El Niño» plantea desafíos y previsiones en la Patagonia. Si bien se espera que los cambios climáticos sean difusos en la región, los expertos advierten sobre la posibilidad de heladas tardías y masas de aire frío durante la primavera en el norte de la Patagonia, particularmente en el Alto Valle.

Las consecuencias de «El Niño» pueden variar significativamente según la ubicación geográfica, pero es fundamental estar preparados para posibles escenarios adversos. Los agricultores y productores agrícolas deben estar atentos a los cambios en las condiciones climáticas y tomar medidas para proteger sus cultivos de las heladas tardías, que podrían tener un impacto negativo en la producción.

Asimismo, es importante que las autoridades y los organismos de protección civil estén preparados para hacer frente a cualquier eventualidad. La planificación de medidas de prevención y respuesta temprana puede ayudar a mitigar los efectos negativos de «El Niño» y proteger a la población y sus bienes.

MIRÁ TAMBIÉN | Cuatro muertos y más de 80 afectados en EEUU por una bacteria hallada en un colirio

Es necesario fomentar la conciencia sobre los fenómenos climáticos y promover la educación en materia de resiliencia y adaptación al cambio climático. La colaboración entre científicos, agricultores, autoridades y la comunidad en general es fundamental para enfrentar los desafíos que presenta «El Niño» y garantizar la seguridad y el bienestar de la región.

«La importancia de la investigación y la monitorización frente a «El Niño» en la Patagonia»

Ante el regreso de «El Niño» a la Patagonia, es crucial destacar la relevancia de la investigación y la monitorización para comprender mejor este fenómeno y sus efectos en la región. Los científicos y expertos en climatología deben realizar estudios detallados para prever y comprender las posibles consecuencias de «El Niño» en el clima y la vida cotidiana de la Patagonia.

La monitorización constante de las temperaturas superficiales del océano Pacífico tropical y otros indicadores climáticos es esencial para detectar patrones y anomalías que puedan indicar la presencia de «El Niño». Esta información permite a las autoridades y a la población prepararse adecuadamente y tomar medidas preventivas.

Además, la divulgación de información precisa y oportuna es fundamental para concienciar a la población sobre los posibles efectos de «El Niño» y fomentar una respuesta informada. Los medios de comunicación desempeñan un papel crucial al difundir datos científicos y brindar recomendaciones sobre cómo prepararse y responder ante este fenómeno.

MIRÁ TAMBIÉN: Descubrieron una nueva especie de dinosaurio gigante de 90 millones de años

Del otro lado del océano Pacífico, el fenómeno de «El Niño» tiene un impacto significativo en las condiciones generales del clima. Se observa una disminución drástica de las lluvias, lo que conduce a extensas sequías en Australia. Durante esta fase intensa del fenómeno, es común que se produzcan incendios forestales intensos y persistentes en esa región. Para comprender mejor la situación, es necesario proporcionar datos concretos.

Durante el intenso episodio de «El Niño» en 1982-1983, las lluvias en las Islas Galápagos aumentaron de un promedio anual anterior de 460 mm a 3225 mm, es decir, ocho veces más de lo normal. El período de 1997-1998 fue el más intenso registrado en tiempos recientes. Aunque los efectos pueden variar, los científicos reconocen que «El Niño» es un fenómeno cíclico y natural dentro del ciclo climático global.

Los efectos de «El Niño» se sienten prácticamente en todo el planeta debido a la enorme cantidad de energía involucrada en este fenómeno a escala planetaria. Algunas áreas son más vulnerables que otras. En Sudamérica, se observa una profundización de las sequías en el noreste de Brasil, mientras que las costas de Perú y Ecuador experimentan un aumento de las lluvias. En gran parte del centro-norte de Argentina, también se experimenta un aumento en las precipitaciones. Las inundaciones más importantes en zonas como la Mesopotamia y la Pampa Húmeda ocurrieron durante los períodos de «El Niño», y aún se sienten los efectos en la economía. Cuanto más intenso sea el fenómeno, mayores serán sus impactos, tanto en sequías como en inundaciones.

MIRÁ TAMBIÉN | El Gobierno de Italia está conmovido tras visitar las zonas afectadas por las inundaciones

Según informes de la NOAA, el organismo oficial de los Estados Unidos encargado del seguimiento de «El Niño», se ha confirmado su regreso el 11 de julio de 2002. Sin embargo, se espera que esta vez sea de intensidad débil a moderada, no tan intenso como el evento de 1997-1998. Esto indica que las secuelas en Argentina serán más difusas. Se prevé que el norte de la Patagonia actúe como límite sur de la zona de mayores lluvias, que se espera para la primavera en el centro del país. Durante este período, se pueden esperar masas de aire frío de origen polar y posibles heladas tardías.

Es importante tener en cuenta que, dado que el efecto de «El Niño» será de moderada intensidad como máximo, asociar eventos estacionales con este fenómeno debe ser evaluado con cautela. A medida que nos desplazamos hacia el sur, los efectos de «El Niño» se vuelven menos notorios.

Por último, es relevante destacar que, al igual que existe «El Niño», también se presenta el fenómeno opuesto conocido como «La Niña». En este caso, las aguas frías de la corriente de Humboldt se vuelven más frías de lo normal. Esto intensifica los procesos de sequías en la costa central sudamericana.

Fuente: Río Negro

Autor: Enzo Campetella