“Ha salido un audio de una funcionaria municipal, en el que acusa a la organización y a algunos de nosotros de que tenemos el virus, esto nos perjudica muchísimo porque el trabajo que estamos haciendo en el barrio es fundamental desde diferentes espacios socio comunitarios desde los que se ayuda a muchas personas no sólo con el alimento de todos los días, sino con la merienda, con asistencia en trabajos y las escuelas en conjunto”, describió.
“Es un sistema organizado para que este proceso sea más liviano para todos, más que nada para la gente de estos lados, no es lo mismo la pandemia en estos lugares”, reflejó.
“Estamos funcionando de lunes a sábados en los lugares habituales, uno de ellos es la Biblioteca 22 de Agosto donde cocinamos lunes, miércoles y viernes y entregamos alrededor de 250 viandas diarias, no sólo para los vecinos del barrio sino también para otros de barrios cercanos, que se acercan además para buscar alimentos, ropa, calzado en buen estado, colchones y lo que necesitan”, precisó Gimena.
“La demanda se triplicó a raíz de la pandemia, mucha gente no puede trabajar, el vendedor ambulante, el feriante, los que hacían fletes, asistimos hasta docentes, esta pandemia no distingue clases sociales”, aseveró la militante social.
“No solamente estamos en la biblioteca, sino en el Merendero Carita Feliz del barrio Moreira 4, donde martes, jueves y sábados entregamos viandas y todos los días la merienda, además en la Asociación Eco, donde distribuimos unas 200 viandas que nos acerca el municipio”, remarcó.
“También en la panadería Nueva Generación del barrio Vepam, las compañeras cocinan unas 200 viandas los lunes, miércoles y sábados”, destacó la joven.
“La Municipalidad nos envía viandas y las distribuimos en los espacios físicos donde no podemos cocinar, además recibimos ayuda de Nación, pero lo que nos ha sostenido durante todos estos años son las personas que conocen nuestro trabajo, hay mucha gente y organizaciones que nos ayudan”, aseguró.
“Además de las personas que hacen la comida, tenemos el cuerpo de promotoras sanitarias que vienen a desinfectar los espacios donde cocinamos y otras promotoras que controlan a la gente para que respete el distanciamiento, les ponen alcohol, tomamos todas las preocupaciones porque si llegamos a parar, la situación explota”, analizó.
“Es muy importante esta aclaración, porque se perjudica mucho a nuestros compañeros, no los dejan entrar a los negocios en los barrios, muchas directoras nos han llamado para preguntarnos si estamos infectados porque muchas escuelas dejan sus trabajos prácticos en la biblioteca, los padres que mandan a buscar a sus hijos la comida, lo mismo”, lamentó.
“No sabemos cuál es el objetivo, aunque estamos tranquilos porque sabemos las medidas que tomamos y mucha gente conoce el trabajo que hacemos. Tal vez sean personas que no tienen mucho que construir en lo social y político, pero tenemos que salir a aclarar por nuestros compañeros, porque muchos de ellos no tienen voz”, sentenció.