En en la localidad de Rússkoye Poréchnoye, en el distrito de Sudzha, provincia de Kursk, fuerzas rusas de operaciones especiales descubrieron varios cadáveres de civiles que presuntamente fueron torturados por tropas ucranianas. Los cuerpos, hallados en un sótano, pertenecen a jubilados y presentan signos evidentes de maltrato, como hematomas, orificios y ropa rota. Las víctimas, con las manos atadas a la espalda, parecen haber estado en el lugar durante varios meses.
La revelación de estos macabros hallazgos ha causado una fuerte conmoción, ya que las víctimas incluyen tanto a mujeres como a personas mayores. Según el embajador especial del Ministerio de Exteriores de Rusia, Rodión Miróshnik, estos cuerpos son el testimonio de las «atrocidades» cometidas por las fuerzas ucranianas en lo que describe como una muestra de la «verdadera cara del régimen de Zelenski». Miróshnik añadió que las tropas ucranianas, al retirarse, lanzaron granadas al sótano donde se encontraron los cadáveres, lo que contribuyó a la mutilación de las víctimas.
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El diplomático ruso denunció que la comunidad internacional, especialmente los países occidentales, intenta encubrir estos crímenes al desestimar los intentos de llevar a cabo investigaciones independientes. Según su relato, cuando las fuerzas ucranianas penetraron en la provincia rusa en agosto pasado, medios de comunicación ucranianos difundieron imágenes escenificadas que mostraban un tratamiento humanitario hacia la población local, un acto que, según Moscú, no fue más que una maniobra de propaganda.
Fuente: RT.