Las mujeres fueron relegadas a un segundo plano durante mucho periodos de la historia, la más antigua y la más reciente. En el mes de la mujer, descubrí el fascinante mundo del arte y a mujeres artistas cuyas obras fueron erróneamente atribuidas a hombres. Desde Sofonisba Anguissola hasta Margaret Keane, estas creadoras desafiaron las convenciones y han sido finalmente reconocidas por su genialidad. Un recorrido por la historia del arte que revela la lucha y la grandeza de estas mujeres.
Sofonisba Anguissola: La pintora renacentista Sofonisba Anguissola (1535-1625) dejó una marca imborrable en el retrato femenino, pero por mucho tiempo, sus obras fueron atribuidas a artistas masculinos como Zurbarán y Tiziano. Su papel como «dama de honor» en la corte española la sumió en el olvido hasta que su genialidad fue redescubierta.
Artemisia Gentileschi: Reconocida como la primera pintora feminista de la historia, Gentileschi (1593-1653) vivió a la sombra de su padre y otros artistas menores. Su valentía se manifestó tras su traumática experiencia de violación. Aunque durante siglos sus obras se atribuyeron a otros, como su padre Orazio, hoy se celebra su talento único y su perspectiva feminista.
Judith Leyster: En el Siglo de Oro neerlandés, Judith Leyster (1609-1660) destacó con obras de género, retratos y bodegones. La mayoría de sus pinturas fueron atribuidas erróneamente a Frans Hals o su esposo Jan Miense Molenaer hasta 1893. Su reconocimiento tardío reveló su papel como una de las pocas pintoras profesionales de su tiempo.
Marie-Denise Villers: La pintora neoclásica francesa Marie-Denise Villers (1774-1821) vio cómo su obra más emblemática, el «Retrato de Charlotte du Val d’Ognes,» fue atribuido a Jacques-Louis David. La confusión duró dos siglos hasta que estudios minuciosos demostraron que Villers era la verdadera creadora. Una historia de reivindicación artística.
Baronesa Dadá – Elsa von Freytag-Loringhoven: Elsa von Freytag-Loringhoven (1874-1927), una destacada artista de vanguardia alemana, contribuyó al movimiento dadá en Nueva York. La autoría de obras como «La fuente,» atribuida a Marcel Duchamp, fue objeto de disputa. Su influencia sigue generando debates sobre su papel clave en el dadá estadounidense.
Margaret Keane: Margaret Keane (1927-2022) experimentó la apropiación de sus obras por parte de su esposo, Walter Keane. Pinturas con ojos grandes que se vendieron como creaciones de Walter durante años. La valentía de Margaret se reveló en un desafío público que llevó a la verdad y al reconocimiento de su genio artístico.
FUENTE: Infobae.