Con el precio del oro rozando los 3.000 dólares la onza, investigadores australianos descubren hongos capaces de generar oro a partir de minerales espaciales. La biotecnología impulsa una nueva era en la minería.
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El oro volvió a disparar su cotización en los mercados internacionales, superando los 3.000 dólares la onza. En este contexto, bancos, fondos de inversión y joyerías reactivaron operaciones, mientras la ciencia aporta una alternativa revolucionaria: la minería metabólica. El hallazgo se originó en Australia, donde un equipo de investigadores descubrió que ciertas cepas de hongos pueden producir oro a partir de minerales, incluso provenientes del espacio.
El hongo en cuestión es el Fusarium oxysporum, una especie presente en los bosques australianos. Científicos del CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) descubrieron que estos organismos no solo capturan el oro presente en su entorno, sino que lo integran a su estructura y lo propagan con rapidez. Este fenómeno, que hasta hace pocos años era impensado, fue publicado en la prestigiosa revista Nature Communications.
Tsing Bohu, investigador principal del estudio, confesó que el comportamiento químico del hongo lo sorprendió: “El oro es tan inerte que este tipo de interacción es muy inusual. Tuve que verlo con mis propios ojos para creerlo”. La capacidad del hongo para transformar residuos minerales en partículas de oro abre la puerta a nuevas técnicas de prospección e incluso a la minería espacial.
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La llamada “minería metabólica” consiste en el uso de organismos vivos para extraer metales preciosos. Empresas del sector ya estudian cómo aplicar estas cepas modificadas a minerales traídos desde asteroides. La base de datos Asterank estima que los diez asteroides más rentables del Sistema Solar contienen recursos por más de 1.500 millones de dólares.
Uno de los más codiciados es el asteroide 16-Psyche, cuya composición de hierro, níquel y oro despierta un interés millonario. Si bien la minería espacial aún enfrenta desafíos tecnológicos y logísticos, el uso de hongos para procesar los minerales directamente en el espacio podría simplificar las operaciones y reducir costos.
A medida que el modelo de explotación tradicional se vuelve menos viable y los recursos accesibles escasean, la biotecnología emerge como una aliada clave. “La era de los materiales baratos está terminando”, advierten desde el sector. Y ante ese panorama, cultivar microorganismos capaces de transformar minerales en oro podría ser el futuro de una industria milenaria.
Fuente y foto: Noticias Argentinas