En una vivienda de La Matanza, la Policía halló más de 200 cadáveres de animales embalsamados y mutilados. A pesar de rescatar a más de 50 mascotas en mal estado, el propietario quedó en libertad tras ser demorado.
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Un macabro hallazgo conmocionó a la localidad bonaerense de Ramos Mejía, en el partido de La Matanza, cuando la Policía descubrió un cementerio de animales con más de 200 cadáveres de perros y gatos, algunos embalsamados y mutilados, dentro de una casa. Además, rescató a otros 50 animales en malas condiciones de salud, que fueron trasladados a refugios por organizaciones protectoras de animales.
El hallazgo se produjo el pasado sábado, gracias a la denuncia de un vecino y diversas ONGs que alertaron sobre las pésimas condiciones en las que vivían las mascotas en una vivienda ubicada en la calle Conesa al 200. Tras insistir en la intervención de las autoridades, la fiscal Alejandra Lucía Núñez, titular de la UFI Nº8 del Departamento Judicial de La Matanza, ordenó un allanamiento en la propiedad. El escenario fue espeluznante: en medio de una gran acumulación de basura y objetos, las autoridades encontraron más de 50 animales hacinados, algunos mutilados, otros embalsamados y varios en pésimas condiciones sanitarias.
El propietario del lugar, identificado como Carlos Gabriel Caimo, fue acusado de maltrato animal, aunque quedó en libertad tras ser demorado, debido a que la Ley que castiga el maltrato animal no prevé penas superiores a un año de prisión. En el operativo participaron voluntarios de las ONG Fauna Urbano, Resguardando Almas y El Campito, quienes compartieron imágenes y videos del macabro descubrimiento en redes sociales, generando una gran indignación entre los vecinos y las organizaciones.
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«Algunos animales estaban mutilados, otros embalsamados. Los que aún estaban vivos se alimentaban de los cadáveres de sus compañeros», relató una de las activistas. Además de la situación de los animales, las organizaciones comenzaron a investigar si algunos de ellos podrían haber sido robados o extraviados. Durante el operativo, varias personas se acercaron con fotos de mascotas perdidas, sospechando que entre los cadáveres podría encontrarse a sus animales desaparecidos.
La situación de Caimo ha generado controversia, ya que el activista que participó en la denuncia señaló que las penas que la Ley establece para este tipo de delitos son «irrisorias» y que, en un año electoral, deberían tomarse medidas más severas para proteger a los animales.
Fuente: Infobae
Foto: Diario El Norte