Un grupo de astrónomos ha encontrado un planeta del tamaño de la Tierra en órbita alrededor de una enana blanca, lo que sugiere que nuestro planeta podría sobrevivir al final del ciclo de vida del Sol.
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Un grupo de astrónomos ha descubierto un planeta rocoso, de tamaño similar al de la Tierra, en órbita alrededor de una enana blanca a unos 4000 años luz de distancia. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, sugiere que la Tierra podría tener un destino similar cuando el Sol se convierta en una gigante roja dentro de unos seis mil millones de años.
El planeta parece haber orbitado en una posición similar a la de la Tierra antes de ser empujado a una órbita más lejana debido a la expansión de la estrella moribunda. Esto lo convierte en el primer mundo rocoso potencialmente observado alrededor de una enana blanca, el remanente estelar tras el colapso de una gigante roja.
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Keming Zhang, astrofísico de la Universidad de California en San Diego y director del estudio, afirmó que este descubrimiento es un vistazo a lo que podría ser el futuro de la Tierra. Los datos obtenidos sugieren que la estrella tenía una masa similar a la del Sol, lo que hace plausible que el sistema estelar en cuestión tenga características comparables a las de nuestro sistema solar.
El planeta fue identificado en 2020 mediante un proceso llamado microlente, y estudios adicionales en el Observatorio Keck en Hawái confirmaron que la estrella anfitriona es una enana blanca. Además del planeta rocoso, los astrónomos identificaron una enana marrón orbitando más lejos en el sistema, lo que añade complejidad a la evolución dinámica del mismo.
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Cuando el Sol se quede sin combustible y se expanda hasta convertirse en una gigante roja, es probable que Mercurio y Venus sean destruidos, y la Tierra podría sufrir un destino similar. Sin embargo, este descubrimiento abre la posibilidad de que nuestro planeta pueda ser empujado a una órbita más lejana, evitando la destrucción total. Si bien es posible que la Tierra sea inhabitable para entonces, podría seguir existiendo en el sistema solar.
El equipo de Zhang estima que, al perder masa, la estrella moribunda permitió que el planeta rocoso escapara a una órbita más amplia, salvándolo de ser devorado. Este fenómeno podría repetirse en nuestro sistema solar en el futuro lejano, sugiriendo que la Tierra podría sobrevivir a la fase de gigante roja del Sol.
A medida que nuevos y potentes telescopios, como el telescopio espacial Nancy Grace Roman, previsto para ser lanzado en 2027, entren en funcionamiento, los astrónomos esperan descubrir más planetas alrededor de enanas blancas. Este avance podría permitirnos comprender mejor el destino de los mundos rocosos como la Tierra y la supervivencia planetaria tras la muerte de sus estrellas.
Fuente: Infobae
Foto: Archivo