Astrónomos identificaron a J0107a, una galaxia barrada con características similares a la Vía Láctea, que existía hace más de 11 mil millones de años, lo que obliga a replantear la formación galáctica en el universo temprano.
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Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto una galaxia que, a pesar de su antigüedad, presenta una estructura sorprendentemente similar a la de la Vía Láctea. Se trata de J0107a, observada tal como era hace 11.100 millones de años, cuando el universo tenía apenas una quinta parte de su edad actual. El hallazgo, publicado esta semana en la revista Nature, fue posible gracias a los datos combinados del telescopio espacial James Webb y el radiotelescopio ALMA, en el desierto chileno de Atacama.
Lo que asombra a los científicos no es solo su estructura espiral barrada —una disposición que hoy caracteriza a muchas galaxias maduras como la nuestra—, sino su inmensa masa y su capacidad para formar estrellas. La galaxia J0107a contiene más de 10 veces la masa de la Vía Láctea y produce estrellas 300 veces más rápido, según explicó el astrónomo Shuo Huang, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón y autor principal del estudio.
A pesar de su actividad intensa, J0107a no muestra signos de colisión o fusión galáctica, fenómenos normalmente asociados con tasas tan elevadas de formación estelar en el universo primitivo. Este comportamiento contradice las teorías actuales sobre cómo evolucionan las galaxias, que suponían que las estructuras organizadas como las barras centrales no se desarrollaban tan temprano en la historia cósmica.
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“Es una galaxia masiva, compacta y sorprendentemente ordenada para una época tan temprana”, añadió el coautor Toshiki Saito, de la Universidad de Shizuoka. La existencia de una espiral barrada tan antigua como J0107a implica que algunas galaxias pudieron alcanzar rápidamente una organización estructural que, hasta ahora, se consideraba fruto de una evolución prolongada.
El telescopio James Webb ha comenzado a revelar que las galaxias con formas espirales aparecieron mucho antes de lo que se pensaba. J0107a se convierte así en uno de los ejemplos más antiguos de una galaxia espiral barrada conocida hasta la fecha, lo que refuerza la necesidad de revisar las teorías actuales sobre la evolución del cosmos.
En la actualidad, aproximadamente dos tercios de las galaxias espirales poseen barras centrales, estructuras que actúan como motores de formación estelar al canalizar gas desde los brazos espirales hacia el núcleo. Este descubrimiento plantea preguntas fundamentales sobre la rapidez con la que el universo pudo formar estructuras tan complejas.
Fuente y foto: DW