El Gobierno nacional desmanteló el programa de cuidados paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, afectando la atención de pacientes con cáncer en todo el país. La médica Mariana Pechenik, referente del área, advirtió que la medida implica la suspensión de compras de opioides esenciales, como morfina y metadona, y el despido de seis de los ocho integrantes del equipo.
“Los cuidados paliativos argentinos estamos de luto”, expresó Pechenik en sus redes sociales. Explicó que el programa era clave en la formación de profesionales, la provisión de medicamentos y el apoyo a equipos de cuidados paliativos en todo el país. Consideró que esta decisión aumentará el sufrimiento de los pacientes y representa “un descuido profundo a nuestros derechos humanos”.
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La Federación de Profesionales de la Salud (Fesprosa) también alertó sobre las consecuencias de los recortes en oncología. Denunciaron que la falta de respuestas de la disuelta Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse) desde 2024 generó la interrupción en la entrega de medicamentos, provocando al menos 60 fallecimientos.
Fesprosa recordó que el Gobierno había prometido reorganizar el sistema de asistencia, pero hasta el momento persisten las demoras en la provisión de tratamientos oncológicos. La eliminación del programa de cuidados paliativos se suma a una serie de medidas que afectan directamente a pacientes en situación vulnerable.
Profesionales de la salud y organizaciones alertan sobre la urgencia de revertir esta decisión para garantizar el acceso a tratamientos esenciales y evitar un mayor impacto en la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Fuente: Noticias Argentinas.